DeMar DeRozan está demostrando a la NBA y a sus fans el tremendo jugador que es, promediando la burrada de 34.1 puntos por noche tras 7 partidos y jugando bien día sí, día también. El escolta Raptor ha ido mejorando su juego año tras año desde que llegó a la NBA en el Draft de 2009 con el noveno pick, y eso le ha hecho recibir el segundo contrato más grande de la historia de la NBA. Aunque se le critique por su falta de Mamba Mentality en los momentos decisivos y no ser un jugador demasiado fuerte en los momentos importantes, cada vez está más claro que es uno de los mejores jugadores (sino el mejor) que alguna vez se han puesto la camiseta de la franquicia de Toronto.
Dos jugadores que se le pueden comparar con la misma camiseta son Chris Bosh y Vince Carter, dos leyendas vivas de los Raptors y de la NBA y, aunque hayan tenido una mejor carrera en la NBA, DeRozan se lleva la palma. Aparte de por sus logros en la pista (que tampoco son pocos), hay que remarcar que es la primera superestrella Raptor que ha continuado con la camiseta de los canadienses durante su prime time, además de estar el segundo en puntos anotados en la historia de los Raptors.
Al dos veces All-Star le debió sentar mal que en el Sports Illustrated le pusiesen solamente como el 46 mejor jugador de la liga, por lo que ahora está jugando así de bien y haciendo unos números que no son del 46 mejor jugador de toda la NBA. Deebo quiere un campeonato y no parará hasta conseguirlo. Tras llegar a final de conferencia por primera vez en la historia Raptor y ser eliminados por los favoritos Cleveland Cavaliers, quiere otra oportunidad.
De todas formas, algunos de los jugadores de los Raptors están teniendo problemas en su juego, y eso sumado a las lesiones hace que los canadienses estén lejos aún de luchar por el campeonato, aunque aún queda casi toda la temporada por delante y es muy pronto para juzgar quién es contender y quién no y quién puede dar la sorpresa.