Mark Cuban ha movido ficha. Los Dallas Mavericks han cortado al ala-pívot Quincy Acy para aligerar su roster y dejar hueco a la contratación del base Jonathan Gibson. Un movimiento repentino, pero necesario; ya que, de los cuatro jugadores que hay en la plantilla de los Mavs que se puedan desenvolver de base, tres de ellos arrastran problemas de salud.
El último en caer fue J. J. Barea el pasado miércoles durante el partido ante los Celtics, cuando se desplomó al suelo mientras botaba el balón. La zona de la que se quejaba el boricua nos hacía presagiar lo peor: una lesión en el tendón de Aquiles. El propio jugador también lo pensó, pero afortunadamente lo afectado es el gemelo izquierdo, con lo cual sólo estará seis semanas de baja.
De esta manera, el único base puro disponible para Carlisle es Seth Curry; puesto que Devin Harris aún estará algunas semanas fuera y Deron Williams sigue siendo cuestionable a pesar de los minutos que jugó ante Boston. La situación, crítica para los Mavericks, ha obligado a buscar un acompañante para Curry.
El beneficiado, Jonathan Gibson, es un reciente conocido para los Mavericks. El base jugó la pasada Summer League con los Mavs, hizo la pretemporada con ellos y llegó a conseguir un contrato pequeño, pero garantizado. Sin embargo, la irrupción en el último momento de la pretemporada del ahora titular Finney-Smith le dejó sin hueco a Gibson.
Relegado a la liga china entonces, la puerta de la NBA se le vuelve a abrir. Oportunidades y minutos va a tener desde el primer minuto. Los 17 puntos de media que firmó en la Summer League le acreditan como un base potente, completo y sobre todo anotador; algo que vendrá de maravilla al pobre ataque de los Mavericks. Además, gracias a su paso por la franquicia, su adaptación al sistema de Carlisle debería ser sencilla y su rendimiento inminente.
El afectado, Quincy Acy, pone fin a su etapa en Dallas más rápido de lo que cualquiera hubiese imaginado. A sus 26 años, el ala pívot sorprendentemente no ha contado apenas con minutos en la franquicia texana. Lastrado por dos lesiones en estos meses, el ex de los Kings ha disputado sólo 6 partidos (8 minutos por encuentro), en los que registra 2,2 puntos y 1,3 rebotes, pero con la sensación de dejarse la piel en cada acción sobre la cancha.