Los Pistons se mudarán la temporada que viene

Los Detroit Pistons iniciarán una nueva mudanza, y con esta será ya la quinta. El equipo de la Motown llevaba hospedándose en el Palace of Auburn Hills desde 1988 y ha visto las dos épocas doradas de la franquicia en su interior. En el Palace se ha visto lo mejor del equipo y ha sido una de los pabellones más calientes e incómodos para el rival en toda la NBA, pero ahora es hora de volver a casa.

Los Pistons volverán a Detroit por primera vez desde 1978, cuando se mudaron del Cobo Center para irse al Pontiac Silverdome. Esta vez, la franquicia ubicada no por mucho tiempo en Auburn Hills volverá al lugar dónde pertenece para compartir pabellón con los Detroit Red Wings, el equipo de NHL. Tom Gores ha estado negociando con la familia Ilitch, la propietaria de los Red Wings, y se ha llegado al acuerdo de que los Pistons ocuparán el pabellón a partir de la temporada que viene.

El Little Caesars Arena patrocina la empresa de pizzas de la propia familia Ilitch y el estadio contará con todas las necesidades para que se note que el pabellón pertenece a la ciudad de Detroit. La finalización de la construcción se prevé para septiembre del año que viene. Para los partidos de hockey, se ha calculado que el Little Caesars contará con una capacidad de 20,000 aficionados, pero esta cifra podría elevarse hasta los 21,000 para los partidos de los Pistons. Pese a todo, parece que los Pistons podrían continuar teniendo como lugar de entrenamiento el Palace, ya que se quiso mirar también de ubicar las facilidades de entrenamiento en Detroit pero no se encontró espacio. No se sabe muy bien qué función desempeñará ahora el Palace, pero se supone que seguirá acogiendo conciertos, circos y demás.

Una de las pegas que siempre se le ha puesto al Palace es su localización, a 40 kilómetros de Detroit en la ciudad residencial de Auburn Hills. Eso sumado a la crisis económica, el mal tiempo de la zona y el mal juego que se ha visto durante varios años hacía que para el público general se le hiciese muy difícil salir de casa para ir a ver los partidos. Todo esto desencadenaba en un estadio con eco, situados en el fondo del ranking de asistencia. Todo esto se debería solucionar con la mudanza al centro de Detroit.