El todavía presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, hizo entrega el pasado martes de la medalla Presidencial de la Libertad de los EE.UU. a Michael Jordan, leyenda de los Chicago Buls y actual propietario de los Charlotte Hornets.
Obama testificó que lo de Jordan es algo impresionante, descomunal, él mismo lo catalogó como «algo más que un fenómeno de Internet.» Sus palabras se debieron a que no hay persona en el mundo seguidora del deporte en general que no conozca a la leyenda del baloncesto norteamericano. Todos conocemos a MJ y sabemos de alguna hazaña suya o de esos seis campeonatos que consiguió al frente de los Bulls.
Por ser un icono del baloncesto y del deporte norteamericano fue por lo que Michael Jordan recibió esta medalla. Jordan fue escogido entre 21 agraciados a lograr este reconocimiento que se presentó a las personas «que han hecho contribuciones especialmente meritorias a la seguridad o los intereses nacionales de los Estados Unidos, a la paz mundial, o al público cultural significativo o de otro tipo de proyectos privados.» Tras recibir este reconocimiento y los halagos del presidente Obama, MJ no pudo contener las lágrimas. Con esto, se convierte en el primer jugador de la historia de la NBA en conseguir esta medalla.
En cosas como está es cuando se deja notar la repercusión que Jordan ha tenido, no sólo en la historia del baloncesto, sino también en la sociedad. Los numerosos documentales, reportajes, etc. en los que MJ ha sido objetivo nos permiten ver a los que no pudimos disfrutar en directo de sus épicas jugadas de lo que ha sido, el mejor jugador de la historia del baloncesto mundial.
En otro aspecto en el que podemos observar el impacto de Jordan en la sociedad es, por ejemplo, en su marca, la cual lleva su apellido Jordan, y que es la marca más vendida en la especialidad de baloncesto.