Después de perderse unos partidos por lesión, el jugador español, Ricky Rubio, ya ha vuelto a coger el ritmo de competición, y hemos vuelto a ver al Ricky de siempre, el que nos deja con la boca abierta con sus pases y el que nos hace echarnos las manos a la cabeza con sus tiros. De este problema con su tiro ha sido preguntado ayer su entrenador, Tom Thibodeau, antes de la victoria ante los Phoenix Suns, que venía precedida de una derrota contra los Pelicans en la que el de El Masnou no había sido capaz de encestar ni una sola canasta. 2 de 20 en tiros de campo los últimos cuatro encuentros. Thibodeau ha dicho esto al respecto:
«Ricky es ese que ha jugado desde hace mucho a primer nivel, ha jugado torneos internacionales, en las olimpiadas, ha tenido diferentes entrenadores. Es un buen jugador de primer nivel, conseguirá sobreponerse».
«Creo que tener fortaleza mental cuando estás superando adversidades es probablemente lo más importante en la vida, y eso es lo que espero de él».
No es el único por las tierras de los 10.000 lagos que está teniendo problemas con los tiros. Andrew Wiggins, que venía con un impresionante e impropio 50.7% en TC y 33 puntos por partido, está teniendo bastantes problemas para llegar a hacer números siquiera decentes en los últimos encuentros, y lo refleja su 18.8% y 11.3 puntos por partido.
Tom Thibodeau ha estado repasando los tiros del canadiense, y lo que ha visto no le desagrada en lo que a selección de tiro se refiere:
«Solo hubo tres lanzamientos complicados, el resto fueron buenos tiros en una buena posición».
Tom Thibodeau ha asegurado no estar preocupado ante estas dos situaciones, lo que le queda a este equipo es confiar en que un día esas canastas van a entrar, porque parece que todos sus males vienen de ahí, la confianza.
La última frase para mí es la clave, la confianza es muy importante y el equipo parece que la ha perdido en los últimos tiempos. A ver si esta W en Phoenix les da algo de confianza, aunque me da que contra GSW en Oakland no es el mejor lugar para intentar empezar una racha de victorias seguidas que recuperen esa mencionada confianza.