
La vida de Rajon Rondo, desde su salida de los Boston Celtics, podemos definirla cuanto menos como turbulenta. Unos meses muy polémicos en los Mavericks, una redención ofensiva en los Kings sin conseguir resultados y una llegada a los Chicago Bulls para ser el playmaker de un equipo con jugadores de renombre como Butler y Wade.
De todas estas etapas, no sería nada descabellado pensar que Rick Carlisle sería el entrenador del que peor opinión tiene. Pero Rajon Rondo, en declaraciones a Chicago Tribune, ha mostrado su respeto por el entrenador de los Dallas Mavericks:
«Es un campeón. No puedes achacármelo a mí o a él. Simplemente, la cosa no funcionó. Tengo mucho respeto por Rick. Solo porque las cosas no fueran bien no significa que tú odies a la persona o que la percepción de los medios sea la correcta. Rick y yo tuvimos una buena relación al principio. Intentamos que funcionase. Trabajé con él cada día en mi tiro. Vimos películas juntos. Fue un proceso de aprendizaje. Empezamos a mitad de temporada y las expectativas eran extremadamente altas. Tratamos de conseguir que funcionase. No lo hizo. El resto es historia«.
Lo cierto es que las ideas de Rick Carlisle y Rajon Rondo son complicadas de juntar. El entrenador de los Mavs prefiere tener controlado el juego de su equipo mientras que el base está más a gusto cuando él puede, desde el parqué, decidir que jugada es la mejor para sus intereses. Por otro lado, Rondo ha congeniado con Hoiberg desde su primer encuentro, si bien los números del ex-maverick no están siendo los mejores de su carrera:
«Él me vino y me dijo que le gusta que su base dirija el espectáculo. Cada situación es diferente. Fred Hoiberg tiene una personalidad más relajada. No intenta microgestionar tanto como otros entrenadores de la liga. Y, para mí, eso es grande. No tenemos ninguna queja«.
Rondo y Carlisle se verán las caras el próximo sábado en Dallas. Cuando los Mavericks y los Bulls se enfrentarán en un partido importante para ambos. Para los locales porque deben convertir su pabellón en un fortín para salir de su mala racha y para los Bulls para seguir en la zona alta del Este.