La pasada temporada pasada, los Cleveland Cavaliers completaron una de las remontadas más épicas de la historia del deporte ante los Golden State Warriors (3-1). La mayoría de los aficionados de los Cavs no olvidarán nunca el tapón, el tiro y la defensa de su ‘Big Three’ en los instantes finales del partido decisivo.
A pesar de anotar 82 puntos, coger 24 rebotes y dar 18 asistencias en el quinto y sexto partido, LeBron y los suyos se vieron en apuros rozando el descanso del séptimo partido.
Tyronn Lue, frustrado por la situación, pidió tiempo muerto y se acercó al de Akron.
«Bron, tienes que hacerlo mejor, mejor que lo que estás haciendo»
«¿Qué acabas de decir?», le replicó James. Y es que él solito, con 41ptos 16r en el quinto juego y 41ptos 11a en el sexto, había revivido una eliminatoria que ya estaba muerta.
La noche anterior había mandado largos mensajes de motivación a sus compañeros, les enseñó el discurso de apertura que Steve Jobs pronunció en Stanford y los convenció en un viaje de autobús tras un entrenamiento de que el campeonato era su destino. «Ya está escrito, ¿qué más quieres que haga?», continuó LeBron.
«¡Deja de ser tan pasivo y defiende a Green!», replicó Lue.
Los números de James eran envidiables, con 12 pts 7r 5a y más de la mitad del encuentro en el horizonte, pero había permitido unos cuantos pases defendibles a su marcaje, Draymond Green, que llevaba 5/5 en tiros de tres.
«Bron se estaba volviendo loco, estaba molesto conmigo, y luego fuimos al vestuario y le dije lo mismo delante de todos.»
Tras el discurso, Lue vió como el 23 se acercaba a Damon Jones, el entrenador asistente, y mascullaba que era una vergüenza que Tyronn le estuviera cuestionando ahora. También se dirigió a su compañero y triplista James Jones, entonando la misma furiosa cantinela. Los Cavs perdían de 7 y el sueño estaba agonizando.
«Salió furioso del vestuario. Realmente no creo que estuviera jugando tan mal, pero yo trabajaba con Doc Rivers, y recuerdo que decía que ‘nunca’ quería ir al game 7 si el ‘mejor jugador está en el otro equipo’. Y ese mejor jugador era él, y era nuestro. Lo necesitábamos a su mayor nivel, sé que estaba cansado, pero que le den al cansancio. Tenía que guiarnos. Tenía que llevarnos a casa.»
James consiguió 15 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias en la segunda parte, terminando con un 27/11/11 junto con dos robos y tres tapones. En la parcela defensiva, LeBron logró que Draymond Green se quedara en 10 puntos en los dos últimos cuartos.
Las intenciones de Lue estaban claras, y parece que LeBron James respeta su opinión y su forma de dirigir el equipo. Tyronn hizo lo que sentía que era necesario hacer en ese momento tan crítico, y el resultado es historia: un campeonato de la NBA.