Se preveía que Kris Dunn iba a ser el mejor base del Draft 2016, pero su comienzo de temporada no fue nada fácil a pesar de las expectativas. Se le abrieron las puertas para demostrar que merecía ser el titular por delante de Ricky Rubio cuando este último se lesionó ante los Kings, pero no fue capaz de dar ese paso al frente. De ahí, a jugar muy pocos minutos, incluso pasando a ser el tercer base del equipo, por detrás de Tyus Jones en algunos partidos. Algo que no se esperaba de un número cinco del Draft, que apenas promedia 4.2 puntos, 2.8 asistencias y 2.2 rebotes con un mal 39.2% en tiros. Pero desde hace algunos partidos, eso parece estar cambiando.
Y es que desde que los Wolves visitaron el MSG, la vida ha cambiado para Dunn. A partir de ese partido, la segunda unidad de los de Minneapolis está comenzando a funcionar, incluso a veces mejor que los titulares, y ahí es donde aparece el bueno de Kris Dunn. En estos tres partidos ante Knicks, Hornets y Spurs, ha promediado 9.7 puntos, 4.3 asistencias con un tremendo 73% en tiros de campo, explotando ante San Antonio con 15 puntos en un 6/7 en tiros de campo. A esto hay que añadirle su siempre gran defensa sobre su par, algo en lo que Dunn siempre ha destacado. El propio jugador quiso compartir sus impresiones al respecto:
«Solo intento mejorar cada día, intentando sentirme más cómodo. Me estoy sintiendo cómodo en la segunda unidad y creo que el entrenador está empezando a creer en mí«.
Ante estas actuaciones, cabe la duda de si el rookie seguirá mejorando, cumpliendo las expectativas creadas y quizás en no mucho pudiendo ser el titular, o bien se volverá a estancar como al principio de temporada. La próxima respuesta, hoy ante los Raptors.
Por lo menos alguna buena noticia en Minnesota. Todavía le falta mucho, pero poco a poco va cogiendo confianza y siendo más efectivo. En defensa si se lo curra tiene cualidades para ser muy muy bueno.