Noche terrible para unos Golden State Warriors que fueron arrollados en Tennessee frente a unos Memphis Grizzlies que jugaron un gran baloncesto. Se presentaba un partido fuera de lo común, Andre Iguodala era baja por descanso mientras que Kevon Looney quedaba fuera por un esguince de tobillo; minutos antes de comenzar el partido, se hacia oficial la baja de Zaza Pachulia que quedaba fuera por unas molestias de muñeca, lo que daba paso a Anderson Varejao en el quinteto tiutlar, así como para un posible debut del rookie Damian Jones que finalmente se acabó efectuando tras su paso por la D-League en los Santa Cruz Warriors. Además, Stephen Curry tampoco tuvo su mejor noche.
Una noche muy extraña para el equipo que notó tanto la ausencia de Pachulia como la de Iguodala y tiraron el partido a la basura en el primer cuarto, con un 31-16 a favor de los locales. Parece que nadie se esperaba que el partido podía desarrollarse de esa manera, pero Steve Kerr, en lugar de meter toda la carne en el asador e intentar disputar el partido, prefirió darlo por terminado y dar minutos a los menos habituales, dando descanso a su quinteto de gala para el partido de esta noche en Minnesota. De esta manera podemos ver cómo ha cambiado la mentalidad de este equipo de una temporada a otra. Ya no les importa tanto el caer en partidos como este, después de haber aprendido la lección al conseguir el récord de victorias y caer en las Finales pasadas.
«Hemos dado asco. Tenemos que jugar mejor mañana; no te puedo dar una verdadera explicación de por qué hemos jugado tan mal, solo ha sido una mala noche. Nos han ganado en todos los aspectos del juego.» decía un Stephen Curry enfadado en rueda de prensa que lucía un extraño collar hecho de luces de navidad.
«No pudimos jugar peor, creo que los Grizzlies hicieron un gran partido, llegaron y nos sacaron del partido desde el primer momento», dijo Steve Kerr.
Kevin Durant fue el máximo anotador de los Warriors con 21 puntos; parecía que él era el único capaz de solucionar el partido, pero Kerr decidió sentarlo durante buena parte del mismo para que descansara, imposibilitando cualquier tipo de remontada de los Dubs. En rueda de prensa fue muy escueto.
«Ha sido una de esas noches«.
«No conseguimos estar al mismo ritmo, forzamos muchos aspectos del juego y nos salió caro. Los Grizzlies jugaron un gran partido y nos cortaron el ritmo desde el principio, y nosotros dejamos que nos afectara tanto ofensiva como defensivamente, mala noche.» dijo un Klay Thompson más comprensivo.
Parece que esta derrota no ha afectado mucho al equipo; ya no tienen la misma presión de ganar todos los partidos como ocurrió la pasada campaña. Afrontan un back-to-back en la fría Minnesota, donde muchos jugadores ya aprovecharon para hacer sus particulares batallas con bolas de nieve en el aeropuerto, como bien muestra el Snapchat de Draymond Green.
Partido para olvidar, toca resarcirse esta noche contra los Wolves.
Estas derrotas duelen, pero más vale no hacer como el año pasado. No obsesionarse con ganar cada partido, y tomar descansos. Esta noche contra Minny hay que demostrar de nuevo que son capaces de ganar el campeonato.