¿Pueden ser los Jazz un Top 4 de la liga?

Rudy Gobert así lo dijo: cree que pueden ganar a cualquiera
Rudy Gobert confía en que los Utah Jazz pueden derrotar a cualquier equipo de la liga – Nil Alemany (CC)

Los Jazz (16-10), tras su paliza a los Thunder 109-89 anoche, se sitúan sextos en la Conferencia Oeste con seis partidos por encima del .500. Ha sido un largo camino desde los acontecimientos les obligaran a desmontar su último equipo ganador, pero por fin parece que el itinerario escogido por Utah puede llevar al destino ansiado. Uno de los hombres responsable de ello, el joven pívot francés Rudy Gobert, así lo cree:

«Estoy seguro de que podemos ser uno de los grandes equipos. Top cuatro en la NBA. Siento que podemos vencer a cualquiera. ¿Por qué no?».

Para empezar es obvio que los Jazz están lejos de los Warriors y los Cavaliers, los dos claros mejores conjuntos de la liga. Ambos tienen las plantillas repletas de estrellas y los mejores jugadores del mundo y lo han logrado todo ya. Nadie se les acerca demasiado, aunque los Spurs y Clippers son peligrosos y están un pequeño escalón por debajo. A un partido siempre les pueden vencer, pero el objetivo final es ser capaces de derrotarles al mejor de siete. Los Raptors en el Este hacen escasa sombra a Cleveland y están en su categoría aparte, lejos de la cumbre, pero también ciertamente por encima del vagón de perseguidores. Utah se encuentra en un limbo que existe ahora en el Oeste, junto con Rockets, Grizzlies y tal vez Blazers y Thunder, pero las lesiones de momento han torpedeado una proyección que muchos ya vaticinaron a principios del curso pasado y no han permitido ver todavía qué pueden ser los Jazz al 100% por momentos prolongados.

Utah se perdió los Playoffs el mayo anterior tras quedarse sin Rudy Gobert y Derrick Favors por períodos importantes de tiempo, y a la vez, y sin Dante Exum por todo el año y Alec Burks casi también. Con todos sanos y los refuerzos de Joe Johnson, Boris Diaw y sobretodo George Hill la esperanza era dar por fin el salto. De momento la suerte ha sido esquiva también. Burks es baja por tiempo ilimitado. Favors recién volvió ayer. Hill ha estado entrando y saliendo de la rotación. Gordon Hayward, referente ofensivo, empezó la temporada lesionado. Rodney Hood también se ha perdido encuentros. Hasta Diaw ha tenido sus contratiempos. La diferencia con este año es que los fichajes han aportado además de un influjo de talento importante, sobretodo en la posición de base, también han proporcionado al entrenador jefe, Quin Snyder, mayor profundidad de armario. Ya no hay necesidad de darle 25 minutos a Raulzinho Neto o de que Chris Johnson o Tibor Pleiss salgan a pista.

Pero este salto no es necesariamente suficiente para llegar a ese último escalón de candidatos a todo. Se rumoreó que Hayward, que tiene la opción de convertirse en agente libre este verano – y estaría loco si no lo hiciese -, podría querer marcharse de Salt Lake City harto de no ser competitivo. Los Jazz echaron el resto y adquirieron tres veteranos con el objetivo de acelerar el proceso y tratar de evitar eso. Hill ha rendido tan bien en tiempo limitado que ha suplantado a Favors como prioridad cuando llegue el momento de las renovaciones en verano. Utah necesita que Hayward dé todavía más pasos y se convierta en una estrella y que otros nombres como Hood y Exum sigan creciendo, pero también será clave cómo la pareja Favors-Gobert pueda rendir en ambos lados de la pista, no sólo en defensa.

A día de hoy en la NBA se hace cada vez más difícil jugar con dos interiores que no tiren. Los Jazz han sobrevivido gracias a que tanto Favors como Gobert son probablemente dos de los seis o siete mejores defensores interiores de toda la liga. Pero conjuntos como los Cavaliers o los Warriors les pondrán a prueba con cuatros abiertos y rápidos y sacarán a los de Snyder de su zona de confort. Favors es capaz de defender en el perímetro por momentos, pero para poder rotar en los pick n’ rolls, que es como uno espera poder cubrir a Golden State, es necesario ser capaz de hacerlo durante todo un partido. Utah podría hacerles pagar en el otro lado de la pista, pero ni Favors todavía, ni Gobert, son amenazas en el poste.

Sin embargo, los Jazz están entre los diez mejores ataques y las diez mejores defensas de la liga en puntos por 100 posesiones, y cuartos en rating neto, tan sólo por detrás de Warriors, Clippers y Raptors. La ofensiva es más difícil de sostener, Utah es penúltima en ritmo (número de posesiones por partido) sólo por encima de los deshechos Mavericks, pero su true shooting % es cuarto, gracias a un renovado interés en los triples – novenos en porcentaje de puntos a través de los triples -. La llegada de Hill y la presencia de Johnson en el banquillo han sido claves para este desarrollo, pero también la aportación de Diaw como cuatro. Trey Lyles, el hombre de cuyo futuro podrían depender los Jazz, ha aumentado su participación con más minutos en su segundo año, pero el incremento en el número de triples intentado todavía no se ha reflejado en un mayor acierto, y apenas supera el 30% por ahora.

Que los Jazz se hayan convertido en una de las mejores defensas de la liga es algo casi accidental, ya que hasta la salida de Enes Kanter hace dos inviernos el objetivo de Utah era copiar el modelo de los Spurs y los Hawks, que es de donde llegó Snyder. El turco no ha funcionado a pesar de sus números ya que su defensa es bochornosa y no puede salir al perímetro, pero eso ya es problema de los Thunder, que le dieron el máximo. Los Jazz están contentos con cómo evoluciona su combinación interior Favors-Gobert, aunque tengan que probarla todavía en los Playoffs.

Hayward y Hood pueden encestar de muchas maneras. Tirando tras bote, penetrando, saliendo del pick n’ roll, tras recibir. Hayward ha aumentado su producción en más de tres puntos por partido, y ha alcanzado el nivel de All-Star que nadie puede dudar. Ha aumentado el porcentaje de puntos que consigue a través del tiro libre, normalmente una característica de los grandes anotadores, como James Harden, DeMarr DeRozan y recientemente Kawhi Leonard. La incorporación de Hill y también de Johnson ha añadido más playmakers, algo totalmente imprescindible con dos grandes bloqueando líneas de penetración en la pintura. Lyles, Diaw y el propio Johnson han añadido nuevas opciones para jugar con cuatro abiertos, pero su capacidad para mantener el ritmo en defensa cuando los cuatro rivales sean Kevin Durant, LeBron James o incluso Ryan Anderson, está todavía por ver.

Utah puede ganar de muchas formas, no solo por su defensa. Ese es un gran cambio con respecto al año pasado y el resultado tanto de los refuerzos veraniegos como el paso adelante de Hayward sobretodo. Ahora, la incógnita está en saber si será suficiente. Gobert piensa que pueden vencer a cualquiera, y en ello tiene razón. Pero hay que hacerlo consistentemente. Los Jazz no dependen exclusivamente de una figura, y tienen banquillo y versatilidad, pero si no ganan ahora corren el riesgo de tener que replantear toda su propuesta. Hay mucho jugador al que pagar y no está claro si Utah podrá permitirse a todos. De ello hemos hablado ya hasta la saciedad aquí. Por supuesto, no hay tampoco ninguna ansiedad porque Hood, Lyles, Exum y por supuesto Gobert, son todavía jóvenes o muy jóvenes y seguirán mejorando. Pero hay cierta prisa. Años sin meterse en los Playoffs y decisiones por tomar en verano añaden esa dimensión.

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Comentarios (1)
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  • disconimahoni

    con todos sanos lo son sin ninguna duda.