Lo que tiene que sufrir un «fan» de los Milwaukee Bucks no está valorado, aparte de porque los resultados no ayudan, porque la gestión que está habiendo en estos dos últimos años es lamentable. Empezando con el traspaso de Knight y dejando salir a Zaza Pachulia y Jared Dudley, además de escoger a Vaughn en un Draft plagado de interiores que sí necesitábamos; y finalizando con la gran elección de Thon Maker y los traspasos siguientes. Pero lo peor es lo que pasó hace un par de meses, equivalente a tirar más de 50 millones a la basura; y es que se gastaron nada menos que 52 millones en renovar a un jugador, Miles Plumlee, el cual por decisión técnica está fuera de la rotación.
Es el mismo que pasó en una semana, hace casi un año, de no jugar nada a ser la solución para unos Milwaukee Bucks sin ancla defensiva. Tras este momento cambió la manera de jugar de los Milwaukee Bucks para bien, ya que desde entonces están encontrando más o menos su estilo de juego, lo que hizo que Jason Kidd y John Hammond quisieran renovar a Miles Plumlee.
Finalmente, tras poco tiempo de negociación, se llegó a un acuerdo de firmar por 52 millones distribuidos en cuatro años, lo que contrastado con las nuevas firmas no es tanto. En un principio tampoco era una gran locura, ya que iba a ser el «center» titular, tal como mencionó Kidd en el Media Day, así empezó la temporada por lo menos.
Sin embargo, con el tiempo John Henson le fue ganando el puesto a base de ser muy regular, mostrándose muy superior tanto en defensa como en ataque. Esto hizo que desde ese momento Miles se fuera a pique, siendo poco a poco eliminado de la rotación y llegando al extremo de no jugar por decisión técnica, lo que en mi opinión debe de cambiar para subir al menos su valor comercial y poder traspasarlo.