En la noche del lunes, los Chicago Bulls recibían a la franquicia del estado vecino, los Detroit Pistons, para disputar uno de los encuentros posiblemente más simbólicos de toda la liga, con el permiso del Lakers-Celtics, por la rivalidad que ambas franquicias han mantenido siempre. A esta rivalidad, si le juntamos el hecho de la gran igualdad que hay en el Este, nos queda un partido que había que tener bien vigilado.
El comienzo del partido no pudo ser mejor para los locales, que no pararon de anotar hasta el punto de que llegaron a ponerse 16-2 en el marcador, momento en el que los visitantes deciden comenzar a jugar, y de la mano de Tobias Harris y Marcus Morris entran unas cuantas canastas. Pero la neglicencia de los de Michigan en defensa no favoreció remontar el partido, yéndose del primer cuarto perdiendo 35-19. El segundo tiempo fue ciertamente parecido a lo que nos había dejado en los últimos compases del primer cuarto; unos Pistons que hacían lo posible porque el balón entrara alguna que otra vez en el aro, pero su falta de defensa hacía que todos los balones con los que probaban suerte los Chicago Bulls de cara a canasta acabaran por entrar. De este modo, su ventaja se amplió hasta los 35 al descanso, 69-34.
Al volver del descanso para jugar el tercer cuarto, los Pistons, lejos de buscar una redención e intentar recortar diferencias lo máximo posible, se negaron a implicarse en defensa otra vez, con la consecuencia de que el cuarto volvió a ser un aluvión de canastas por parte de los Chicago Bulls, que sin despeinarse mucho consiguieron mantener la más que sólida ventaja que habían construido durante la primera parte del encuentro, transcurriendo todo el cuarto casi intacta, de modo que se fueron a jugar el cuarto final con un marcador de 97-61. En los doce minutos de juego finales, ya pensando en el próximo partido, los Chicago Bulls se olvidaron del encuentro, debido a la gran pasividad que parecían mostrar los Pistons, que en ningún momento mostraron la iniciativa de remontar. En este panorama, se llegó al resultado final de 113-82.
El mejor jugador del partido fue Jimmy Butler, con 19 puntos anotados y 6 asistencias. En los Pistons mostró vergüenza torera Jon Leuer, que dejó 16 puntos y 5 rebotes. Los Pistons jugarán su próximo encuentro el miércoles en Tennessee contra los Memphis Grizzlies, mientras que los Bulls recibirán el mismo día a los Wizards en Illinois.