Kristaps Porzingis se consolida como referente para los New York Knicks, tanto en los partidos fáciles, como en situaciones complicadas. La última, el pasado encuentro del día de Navidad ante los Boston Celtics. El letón, con 22 puntos y 12 rebotes, fue vital en la remontada (pese a la derrota) del último cuarto junto a Carmelo Anthony y, en menor medida, Derrick Rose.
El power forward de los Knicks está viviendo una gran temporada, pues actualmente promedia 20 puntos por partido, 7.7 rebotes y 1.9 tapones, y da la sensación de que su potencial no tiene techo. Él lo sabe y, por eso, tiene unas expectativas muy altas para su carrera, como ganar un título o, a nivel más personal, ser el quinto jugador en la historia de la liga en sumar un cuádruple doble. Ya que solo lo han conseguido Nate Thurmond (1974), Alvin Robertson (1986), Hakeem Olajuwon (1990) y David Robinson (1994).
Porzingis sabe que si quiere alcanzar sus metas debe trabajar duro y mejorar ciertos aspectos de su juego que, a día de hoy, son su debilidad:
“Debo trabajar en todo, pero hay que empezar por mi juego en el poste, hacerme más fuerte y mejorar la defensa. Ofensivamente, necesito seguir trabajando en mi manejo de balón y en mi lanzamiento. Mi lanzamiento de tres ha bajado un poco, debe estar en torno al 37-38 por ciento. Debería estar en un 40 por ciento”.
El trabajo duro tiene su recompensa, y eso es algo que el letón ha podido demostrar en la dos temporadas que lleva en la NBA. Su porcentaje de tiro de campo ha mejorado de un 42 por ciento la pasada campaña a un 46 por ciento en esta. Además, en tiros de tres ha pasado de un 33 por ciento a un 40 por ciento.
Ser el centro de los focos a una edad tan temprana, y en una ciudad como Nueva York, no es nada fácil, por ello, el jugador de los Knicks le da mucha importancia a estar rodeado de toda su familia para ayudarle a asimilar todo el éxito que conlleva su esfuerzo. De hecho, Kristaps Porzingis, que fue elegido como Atleta del Año de su país, visitó el parque de atracciones de Disneyland (California) para conocer y disfrutar de todos los dibujos que él veía en su infancia en Letonia.