En una reciente entrevista concedida al medio Newsok, de Oklahoma, Marcus Smart revela algo que pudiese parecer extraño al aficionado Celtic, pero que resulta realmente común en la NBA. Los jugadores tienen un pasado y, muchas veces, es totalmente contrario a sus colores en la mejor liga del mundo.
«Me crié con los Lakers de Kobe, O´Neal, Fisher, Horry… no quiero que suene a justificación, no me avergüenzo, pero… era muy complicado no apoyar a ese equipo en la época en la que empecé a meterme en este mundo». Contaba Marcus Smart en su reciente entrevista.
Smart, natural de Texas, nació en 1994, y cuando el pequeño base empezaba a dar sus primero pasos con la pelota naranja, y a fijarse en la NBA, los Lakers estaban dominando la misma de manera aplastante.
«Fue parecido al boom con Jordan, ¿sabes?, creo que muchos nos hicimos de los Lakers en esa época por algo parecido. La manera en la que Kobe anotaba… Shaq dominando de forma humillante a sus rivales, era imposible no engancharse a sus partidos».
El #36 no aparenta miedo al hablar sobre esto, es conocedor de que puede levantar ampollas entre el aficionado Celtic, pero entiende que no es algo que tenga importancia ahora.
«Realmente no creo que el Garden, y el resto de afición verde, me abucheé o pite por esto. ¿Acaso van a guardar rencor a mí yo de 10 años?, no tendría sentido. Esto es un deporte y los deportistas somos profesionales. En el momento en el que me uní a los Celtics, dejé todo atrás y nadie me puede reprochar que no deje todo en la pista cada vez que salgo por esta camiseta«.
Parece que los Celtics son expertos en convertir aficionados Lakers. Pasó con Paul Pierce, más tarde con Smart, y por último tenemos el caso de Isaiah Thomas. Como se decía al principio, no es algo raro que jugadores con unos colores determinados «caigan» en equipos por los que realmente no procesan afecto alguno, es uno de los problemas de ser elegidos en el Draft.
«Bueno, no te voy a mentir, no estaba muy motivado de cara al primer workout con los Celtics. Además de tener dolores en un tobillo, venía de hacer el entrenamiento para los Lakers, y lo había dejado todo ¿sabes?. Fue un buen workout, muy bueno, y cuando llegué al de los Celtics realmente no me salió nada, creía que había hecho todo el trabajo que tenía que hacer, los dirigentes de los Lakers me dijeron que estaban interesados y me relajé. El hecho es que los Celtics me llamaron para un segundo entrenamiento, y soy un profesional ¿sabes?, tenía que ir. Mi sorpresa es que cuando llegué a las instalaciones los compañeros con los que tenía que entrenar eran jugadores de nivel bajo, segundas rondas. El nivel era tan desigual que causé demasiada buena impresión. Yo quería jugar en los Lakers, no era ningún secreto en mi círculo más cercano, pero al final me eligieron un puesto antes, y realmente ha sido una suerte. En los Celtics me he forjado como persona, como hombre y como jugador, he creado un vínculo con la comunidad y me siento parte de la identidad celtic, ya sabes lo que dicen ¿no? Once a Celtic always a Celtic».
Las pasiones vienen y van, los sentimientos brillan y se desvanecen. Marcus Smart niño era fan de los Lakers, pero Marcus Smart hombre sangra verde, y eso es lo que importa.
¿Lo de Brown en el partido de esta noche también fue una inocentada? Pobrecito… Por cierto, lo mejor la parte en la que habla de no darlo todo porque se desfondó con LA. Yo creo que Smart lo da todo hasta cuando va a comer a casa de la suegra.
Eso fue verdad… jajaja