Hassan Whiteside no es la solución

No está siendo el líder que el equipo necesita
Hassan Whiteside no está siendo la estrella que necesitan los HeatKeith Allison (CC)

El pasado verano, los Heat tenían dos objetivos para la agencia libre, fichar a Durant y retener a Whiteside. El resultado lo conocemos todos: sólo se trajo a Hassan Whiteside, y a un precio enorme. La condición para volver a Miami era cobrar el máximo (98 millones, 4 años) si KD no llegaba. Con Bosh fuera de juego y Dragic como único referente, se aceptaron sus peticiones casi sin rechistar.

El problema vino tras certificar su llegada, cuando hubo que completar el roster sin margen de maniobra y menos de 7 jugadores asegurados para este año. Las consecuencias se están viendo ahora.  El equipo, completado como se pudo con jugadores de baja caché, es el sexto peor de toda la liga y ofreciendo una imagen realmente preocupante. Esto se esperaba desde el principio, de manera que ya se está planeando la estrategia para 2017. Así, conforme se sucedían los problemas y se veía venir esta situación, muchos nos acordábamos de los contratos de Bosh, Dragic y Whiteside y lo bien que vendría parte de sus sueldos para traer gente que rinda de verdad.

Los dos primeros tienen contrato hasta los 34 y 33 años, y coparán 40 millones entre los dos cada temporada. Aun suponiendo que Bosh no hubiera enfermado, hay que tener en cuenta que sólo dos jugadores, cuyo rendimiento presumiblemente va a ir bajando año a año, cubren casi el 50% del tope salarial. Sabiendo esto, y con la necesidad de no dejar ir a Whiteside, pues era la mejor estrella de la agencia libre (y la más factible), se comió todo el margen. Así, hoy me centraré únicamente en Hassan Whiteside.

Llegaba en la 2014-2015 como un total desconocido, y le bastaron seis meses para hacerse un nombre. El siguiente año lo empezó con un buen cartel por como acabó la temporada, pero con el salario de un jugador de último nivel. En esos dos años, ganó menos de 1 millón por temporada pese a su rendimiento. Por ello, cuando llegó su momento en la agencia libre, decidió ir a donde le dieran el máximo aprovechando el tirón, pero dando prioridad a Miami si se lo ofrecían ellos. Los Heat sólo lograron que renunciara a él si llegaba KD, pero como no fue así, hubo que dárselo.

¿Pero realmente merecía ese dineral? Si bien es cierto que ha aumentado su producción, no ha logrado aliviar el vacío anotador de Wade. Además, a un jugador de tal categoría, es justo pedirle que rinda bien frente a cualquier jugador que le defienda. Y es que cuando se ha enfrentado a otros de su nivel, ha salido perdiendo.

El 23 de diciembre, los Heat perdían contra los Pelicans de Anthony Davis por 87-91. Su anotación cayó a los 10 puntos, si bien atrapó 18 rebotes y sumó 2 tapones. El problema es que Davis le pasó por encima: 28-22-4. Bien es cierto que su punto fuerte siempre ha sido la defensa en lugar de la producción ofensiva, ¡pero es que tampoco pudo frenarle!

En los dos partidos contra Grizzlies, se quedó en 4-12 en el primer encuentro, donde le dejaron en un 12% en tiros de campo, siendo superado por Jarell Martin, y en el segundo se fue a los 15 puntos, pero Marc Gasol a los 28 puntos y 6 asistencias para ganar el encuentro. Por último, para dejar de aburrir con tantas estadísticas, los Clippers no tuvieron grandes problemas con Hassan Whiteside, quien pese a que dominó el rebote defensivo (15), no pudo aportar más que 11 puntos con un 40% en TC, algo bajo para un center. Por su parte, Griffin y DeAndre, anotaron 20 y 12 puntos con un 60 y 71% en tiros de campo, lo que implica que no tuvieron problema con su defensa.

Por otro lado, en la derrota contra los Hornets (82-91), ante la falta de un center potente que le pudiera parar, se esperaba que se «merendara» la pintura. Nada más lejos de la realidad, se quedó en unos pobres 8p-10r, y lo peor es que hizo gala de la poca cabeza que le caracterizaba hace meses. Su mala actitud en la pista no pudo ser peor para el devenir del partido.

Otro de los grandes problemas que está sufriendo el equipo es que no hay nadie que cierre los partidos como hacía Wade hasta ahora. Una gran cantidad de partidos se están perdiendo por la falta de un jugador al que no le queme el balón. Uno de los datos más preocupantes los muestra Whiteside: en los primeros tres cuartos, ha intentado al menos 100 tiros en cada uno de ellos en lo que llevamos de temporada, siendo el Q1 en el que más (138). Por su parte, en los Q4 lleva intentados 71 tiros, lo que supone casi la mitad respecto al primer cuarto.

Por supuesto, no todo es malo. Sería muy oportunista e injusto atacarle ahora que todo va mal. En el poco tiempo que lleva, ha logrado situarse como uno de los mejores reboteadores de la liga hasta conseguir liderarla esta temporada (14,52 por partido) y, sobre todo, se ha ganado una gran fama de intimidador. Esto no es por la cantidad de tapones que registra, si bien es el cuarto este año y el primero del año pasado, sino por la manera en que modifica los tiros rivales. De hecho, en cuanto a los tapones, Spoelstra explicaba algo muy positivo en cuanto a Hassan Whiteside. Las ganas por seguir creciendo han hecho que intente ser más disciplinado en defensa, haciendo que se adelante a las situaciones en las que saltaba a taponar los tiros. Esto permite que la defensa, a nivel colectivo, sea más efectiva.

Estas ganas de querer mejorar y someterse a lo que le pidan los técnicos con tal de seguir creciendo es lo que juega a su favor. De igual manera que ha hecho este año con la defensa, lo hizo en su momento con los graves problemas que tuvo para controlar sus emociones, y que le valieron técnicas y expulsiones.

El problema, lo cual podemos entrever con las siempre poco atractivas estadísticas que mencioné antes, es que se está pagando un máximo por un jugador cuyas virtudes son el rebote y puntear tiros, las cuales no están haciendo ganar al equipo. Soy perfectamente consciente de que estos factores son claves en cualquier partido, pero es innegable que existen otros jugadores que, aunque no atrapen sus 14 rebotes, dominan bien la zona y permitirían fichar a otros si se les trae a bajo precio. Un salario por el máximo (y esto también va por el resto de equipos) debería reservarse para jugadores que dominen, que resuelvan y que sólo se vienen arriba contra ciertos equipos.

En resumen, podemos decir que con la marcha de Wade, lo que Miami necesitaba era alguien que no sólo anotara, sino que lidere el equipo. Que consiga cambiar un partido feo y acabar ganándolo. Que tire de orgullo y de corazón cuando todo lo demás falla. Sin embargo, Hassan Whiteside no es (hoy en día) esa persona. Es un gran jugador, pero no alguien por quien merezca hipotecar el presupuesto del equipo con tal de reternerle. 

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Comentarios (1)
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  • Alex G.

    Muy buen punto de vista el ofrecido. Hassan es muy espectacular y tiene cosas muy buenas, grandes virtudes que has expuesto en parte en el artículo, pero sí es cierto que a día de hoy yo no le daba el máximo. Difiero en algunas cosas, pero estoy muy de acuerdo con esta opinión.

    De hecho creo que la liga entera se está yendo de la olla con tanto máximo a jugador «mediocre», Whiteside es un caso más y también lo fue Dragic (creo recordar que le dieron el máximo, o muy cerca). Hay que saber en quién invertir y Whiteside a día no está ofreciendo lo que se le paga.