
El tendón de Aquiles, tal vez la lesión más problemática para un hombre alto en la NBA pero a Kristaps Porzingis parece no preocuparle las molestias a pesar de que el partido contra Orlando Magic es el segundo que se pierde por ellas y no parece que sea el último ya que los dolores en el tendón no han desaparecido ni mucho menos.
El letón comenzó a experimentar dolores en su talón el partido del día de Navidad contra los Boston Celtics y siguió jugando con molestias hasta que lo sentaron el pasado sábado contra Houston Rockets. Porzingis quiso jugar el pasado partido ante Magic pero el personal médico de los Knicks no le dejó. El letón piensa que volverá este miércoles ante los Bucks.
«Está bien, solo un poco dolorido«, dijo Porzingis. «No está empeorando, ellos quieren asegurarse de que está al 100% saludable cuando regrese a cancha, quería jugar era un partido importante pero está fue la mejor decisión.»
Porzingis no sabe cómo se desarrolló el dolor pero dice que nunca experimentó algo así antes.
«No fue nada exagerado pero el dolor creció y se volvió más sensible. Fue demasiado y es mejor descansar, el cuerpo reacciona cuando lo mueves demasiado».
Hornacek también habló sobre Porzingis y la gravedad de su lesión:
«Los doctores lo miraron, y no estaban preocupados al probar si estaba sensible o no al tacto, no parece que sea grave».
El caso de la lesión puede ser por la acumulación de minutos en cancha. Porzingis es el jugador de los Knicks que más minutos disputaba hasta que le descubrieron los dolores en el tendón. Jugaba una media de 34’8 por encuentro. Al preguntarle sobre una posible reducción de minutos, la estrella de los Knicks no se mostraba de acuerdo a ello.
«No me gusta, quiero jugar todos los minutos que pueda. Lo que sea mejor para el equipo, es importante jugar con intensidad cada partido pero si lo que necesita el equipo es que descanse más lo haré, aunque es decisión del entrenador».