Tras el disputadísimo encuentro ante los Denver Nuggets, los Golden State Warriors debían jugar su segundo partido del nuevo año contra unos Portland Trail Blazers que viajarían a Oakland sin poder alinear al nativo de la zona, Damian Lillard. Partido fácil a priori para los dubs, que ya apalizaron en dos ocasiones este año a los de Oregon, pero los de Terry Stotts ya han demostrado antes de que pasta están hechos, y no iban a dejar de intentar ganar sólo por la ausencia de Lillard.
Los dubs tuvieron un inicio de encuentro muy sólido, con todo el quinteto titular muy acertado y participativo, con una gran facilidad para anotar. Sin embargo, sus rivales tampoco estaban teniendo precisamente el día menos acertado de sus vidas, y a pesar de que al inicio del cuarto la cosa pintaba mal, conforme éste fue avanzando lograron igualar las cifras en el marcador, aunque no por mucho tiempo, ya que el cuarto finalizó 40-34 a favor de los dubs.
El segundo parcial observó un ritmo más pausado de juego, donde los equipos optaban más por agotar el reloj de posesión en vez de correr el balón, aunque ambos equipos se encontraron muy acertados en este nuevo cuarto. Los Warriors parecieron aumentar su ventaja, pero el cuarto se convirtió en una montaña rusa, ya que si bien los Warriors aumentaban su ventaja en un momento, en otro los Blazers podían ponerse a dos o cuatro puntos. Finalmente, los de Oregon aprovecharon la empanada de los dubs y se fueron 69-71 al descanso ganando.
Tras el descanso, el partido comenzó manteniéndose en distancias cortas en un principio, aunque no durante mucho tiempo, ya que los dubs se soltaron y volvieron a poseer el dominio del partido, recuperando también los términos en los que se manejaban durante sus ventajas del primer cuarto; ocho puntos o incluso nueve arriba. Durante el resto del cuarto las cosas no se movieron mucho de su sitio y el cuarto acabó 99-92 a favor de los de Oakland. El episodio final del partido supuso un último empujón por parte de los Blazers para intentar recuperar el partido, y así poder llevarse lo que hubiera sido una muy sorprendente victoria sin Damian Lillard. A pesar de intentarlo, la superioridad de los Warriors era más que evidente, y no pudieron remontar el partido, concluyendo en el definitivo 125-117.
El mejor jugador del partido fue Stephen Curry, que anotó 35 puntos, atrapó 7 rebotes y dio 5 asistencias. Por parte de los Blazers, CJ McCollum tuvo un gran partido anotando otros 35 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias. Los Warriors jugarán su próximo partido el viernes ante Memphis otra vez en el Oracle, mientras que los Portland Trail Blazers recibirán a los Lakers en un back-to-back.