Tanto en el baloncesto como en cualquier otro deporte de equipo, hay titulares y suplentes, con más o menos constancia de minutos, lo que hace que un jugador con más minutos se sienta más importante para su equipo. Y algo de esto le pasa a Malcolm Brogdon, ya que por si no lo fuera antes, el escolta, base o como lo quieran llamarlo, se está volviendo demasiado necesario para un equipo como los Milwaukee Bucks. Ya que hace apenas unos días, Matthew Dellavedova sufrió una lesión en el tendón de la corva derecho, lo que le ha hecho perderse los tres últimos partidos.
Lo que ha hecho que el cuadro de Jason Kidd tuviese una posición vacante en el puesto de base, aunque por momentos todos pensaron que Giannis jugaría de base y Teletović podría salir de inicio, los de Wisconsin tomaron una decisión más lógica. No cambiar el esquema, que el base lesionado fuese sustituido por otro base, algo que está pasando con frecuencia por el miedo de Kidd a cambiar el único sistema que ha funcionado.
El conjunto no encontró solución más rápida, el ansia de un jugador por jugar, pudo con todo, Malcolm Brogdon, de nuevo, hizo de multiusos, ocupando una posición que no es la suya. Y la verdad que quitando del primer partido que fue un desastre, con acciones individuales predominando sobre cualquier tipo de juego, el resto fueron como nunca. Los Milwaukee Bucks ganaron a dos rivales de gran renombre como los Knicks y los Thunder, con grandes actuaciones de Brogdon. Que hicieron que apenas nos acordáramos del jugador que equilibra al equipo, lo ordena, y lo mueve, el canguro está sustituido como nunca lo habríamos pensado. Algo que ya de por sí ha hecho que el rookie haga unos números brutales (13.5 puntos, 7.0 rebotes y 8.0 asistencias), siendo el primer novato en hacer un triple-doble esta campaña.