El 2017 parece por fin ser el año de los Sixers. Tras esta última victoria frente a Toronto, los de Brett Brown poseen un récord de 6-2 desde inicios de año.
Con un equipo perfectamente conjuntado, trabajador en ambas partes de la cancha, y luchador como ninguno, los Sixers se han impuesto en su feudo, a unos cansados y desacertados Toronto Raptors. DeMar DeRozan acabó con 25 puntos y 6 asistencias, mientras el otro All-Star de la plantilla, Kyle Lowry, acabó con 24. El lituano Jonas Valanciunas, acabó con dobles figuras.
Los de Ontario no han sabido defender con éxito en los tramos complicados del encuentro, su acierto ofensivo ha sido irregular, y no han encontrado alternativas anotadoras en el banquillo o en jugadores secundarios.
Por parte de los locales, Joel Embiid aumenta a diez la racha de partidos seguidos con más de 20 puntos anotados, quedándose así a uno de empatar con Allen Iverson, que hizo lo mismo como Sixer en su temporada de rookie, en 1996-97. Esta noche, el pívot ha hecho las delicias de un público entregado a su nuevo rey, anotando 22 puntos y recogiendo 9 rechaces.
El juego del camerunés ha sido diferente al del habitual, con menos tiros interiores, pero con mucha anotación y alto porcentaje desde el tiro libre (12-14). En sus viajes a la personal, el ex-Jayhawk era coreado con gritos de «Trust the Process» e incluso alguno de «MVP». Sin duda un gran atractivo para una ciudad falta de grandes estrellas desde el retiro de «The Answer».
Ersan Ilyasova, con 18 puntos y 5 rebotes, ha aportado experiencia y entrega en los momentos de máxima tensión. Por su parte, Dario Saric ha cuajado una actuación impresionante en el último cuarto, que ha contribuido en gran parte a la victoria. La jugada del partido es sin duda el tapón estremecedor que le coloca a Jared Sullinger:
One block wasn’t enough for Dario Saric! pic.twitter.com/Ll1Q19lQTM
— Bleacher Report (@BleacherReport) 19 de gener de 2017
Los Sixers han dominado el encuentro de principio a fin. El partido empezó con un gran parcial de 7-0 en la salida por parte de los locales, gracias a un Ersan Ilyasova muy inspirado. Todo lo contrario que DeMar DeRozan, que ha fallado sus seis primeros tiros de campo.
El equipo de Dwayne Casey se ha sobrepuesto al mal parcial de inicio, con un Kyle Lowry muy activo desde la línea de personal, y un Jonas Valanciunas que superaba la decena de rebotes antes del descanso. En el segundo cuarto, ha debutado Sullinger con la camiseta de los Raptors tras su fichaje en la pasada agencia libre. El antiguo jugador de los Celtics ha aportado aire fresco, con una buena defensa sobre los interiores locales, y buena lucha en el rebote. El partido llegaba a su ecuador con un resultado de 46-44 para los locales.
La segunda parte ha estado marcada por la explosión de DeMar DeRozan. Con el partido 81-74, el escolta de los Raptors ha sacado su vena de jugador clutch, para anotar un total de 14 puntos en el último cuarto y poner la igualada en el electrónico. Lowry se jugó la posesión para empatar a falta de menos de un minuto, pero recibió dos tapones en menos de diez segundos de parte de Covington y Embiid.
Los Sixers pueden aumentar su racha de victorias el próximo viernes en el Wells Fargo Center ante los Portland Trail Blazers de Lillard y McCollum, mientras que también el viernes, los Toronto Raptors intentaran hacer pagar los platos rotos a los Hornets, en el que será su tercer partido consecutivo como visitantes en esta semana.
Algo más que un triunfo
Una victoria de mucho prestigio, ante un cabeza de serie en el Este, que permite seguir soñando tras un mes de enero para enmarcar. Tras ver el partido de hoy, ha quedado claro que los Sixers (14-26) no merecen tener la mitad de victorias que los canadienses (28-14). Además, la victoria de hoy rompe la racha de 14 encuentros perdidos de forma consecutiva ante la franquicia de Ontario, y significa también la primera victoria de Brett Brown ante los Raptors.