Está cerca de cumplirse un año desde que los Phoenix Suns despidiesen a Jeff Hornacek como entrenador jefe. Muchas polémicas sacudieron el desierto y, quizá, la cabeza de turco fue el ex-jugador. Tras todas las polémicas que tuvo con él, Markieff Morris sale en su defensa.
La pasada temporada tuvo toques muy positivos en Arizona, como la sorpresa de Devin Booker, la confirmación de T.J. Warren o la explosión momentánea de Alex Len. Pero también, otras muy negativas, tales como los problemas con el cuerpo técnico o el final del culebrón de los gemelos Morris.
Los resultados no acompañaron a las expectativas y se señaló a Hornacek desde la directiva, a pesar de que el entrenador sorprendiese a todos con una primera temporada de 48 victorias y una candidatura muy seria al COY. Primero despidieron a sus dos asistentes principales para, el 1 de febrero, anunciar el despido de Horny.
Pero los problemas no solo llegaban en esa vía. Markieff Morris protagonizó una campaña de petición de traspaso, con anuncio en verano, retractación en el Media Day e incidentes durante la temporada como enfrentarse a un compañero o lanzar una toalla al entrenador.
Sin embargo parece que Morris y Hornacek tienen una buena relación, o al menos eso ha contado el actual ala-pívot de los Wizards.
«Fue una de esas situaciones en las que Jeff estaba en una posición difícil. Se suponía que su contrato se extendería un par de años más. No lo consiguió después de la primera temporada que tuvimos (la de las 48 victorias). Y luego lo que pasó conmigo (petición de traspaso e incidente de la toalla). Así que fue sólo una posición difícil», dice Morris. «Pero tuvimos una gran relación y ahora hablamos continuamente. Lo contaron de una manera que no sucedió».
Keef también habló sobre la salida de Hornacek de Phoenix y su caída, desde ser un candidato a Entrenador del Año a quedarse sin trabajo en apenas meses.
«Básicamente, era como si saltara de un edificio con un solo camino, el de salida», dice Morris. «Y después empezaron a decirle que subiese, pero simplemente él (Hornacek) no podía.»
Con esto Markieff Morris deja entrever que la prensa agravó la situación, aunque también salieron rumores de que el vestuario le había perdido el respeto al entrenador y que así lo habían transmitido al front office.
En esta historia cada parte cuenta su versión y no se sabrá con exactitud nunca lo que ocurrió en un proyecto joven, prometedor y que jugaba bien (y entretenía) y que unos meses después se vio completamente desmantelado.
No sé si le puedo tener más asco a este fulano… y no me refiero a Horny, desde luego
Markieff lo único que hacía era liarla hasta que finalmente forzó el traspaso. Le quiero bien lejos de Phoenix, y que no vuelva.
No me gustó lo que se hizo con Hornacek, cargó con muchas culpas que no eran suyas y pasó lo que pasó.
Que se quede en DC, la defensa que está aportando, la lucha y ofensiva por 8 millones es una ganga.
Y si no se le traiciona, pues hace vestuario y comunidad como el que más. Ni un problema, muy adaptado y llevándose bien con todos. Un crack el bueno de Keef.
Eso de traicionar es muy, muy relativo. Y un jugador tiene la obligación de rendir SIEMPRE. No cuando a él le de la gana.
Estoy parcialmente de acuerdo.
Cuando llegas a un acuerdo para cerrar un contrato y luego traicionas tu palabra, creo que estás legitimado para pedir el traspaso.