Un 25 de Junio de 1979, en la NBA era otra noche de Draft. La noche en la que un tal Earvin Johnson aterrizaba en la mejor liga de baloncesto del mundo. Johnson era un chico que venía de ganar la NCAA con la universidad de Michigan State a un tal Larry Bird, que fue número uno del Draft anterior pero que había decidido atrasar su llegada a la liga profesional.
El chico del que hablábamos, Earvin, tenía un mote que era ‘Magic’ y jugaba de base pero con 2.06 de altura había gente que tenía dudas, que dicho sea de paso pronto se disiparon, de que un chico con prácticamente altura de pívot, pudiera ejercer de ‘1’ en la liga de baloncesto más exigente. Hizo su debut contra San Diego Clippers un 12 de Octubre de 1979 donde consiguió anotar 26 puntos. Este es el inicio de uno de los jugadores más grandes de todos los tiempos. Después de todo eso logró ganar 5 títulos de la NBA en 9 intentos, 3 MVP, asistencias que no podríais imaginar y un espectáculo nunca antes visto.
Nuestro siguiente protagonista, se llama D’Angelo Russell. Un base de 1.96, con buen manejo de balón, buen tiro exterior pero unas dudas como para llenar una piscina: muchas pérdidas y también irregularidad, hacen que muchos fans de la LakerNation se pregunten si D’Lo podría ser el base titular a futuro en una franquicia como la de Los Angeles Lakers.
Ahora mismo, los ojos están puestos en tres nombres propios: el propio Russell, Julius Randle y Brandon Ingram. El novato acaba de empezar y ya deja destellos de lo que podría ser en un futuro. También posee un buen manejo de balón, tiene buen uno contra uno y además tiro exterior. Julius, el más evolucionado de todos, ya empieza a dominar en algún que otro partido a los grandes Ala-Pívots de la liga y cada vez hace mejores números dejando, junto a ellos, unas excelentes sensaciones. Pero ‘El Angelito’ cada vez que parece que va a despegar (O los aficionados Lakers queremos que lo haga) hacia la Luna, tiene un fallo en el motor y tiene que volver a pista.
Todas las cabezas altas de Lakers como son Jeanie y Jim Buss, Mitch Kupchak y Luke Walton mantienen que el actual #1 angelino acabará explotando y así disfrutaremos muchos años de él, pero la realidad es que cada vez se ven más carencias al chico: no mueve bien al equipo en un porcentaje alto de partidos, las pérdidas de las que hablaba antes además de las malas decisiones en los pases… Para las pocas cosas que sí ha mejorado como puede ser el tiro exterior, que el año pasado no estaba muy acertado, y el juego en el poste que, de manera inteligente, observó que jugando ahí con bases que no suelen medir tanto como él, puede sacar ventaja y ayudar al equipo.
Ahora os preguntaréis: ¿Y cómo es que teniendo tantas carencias todos los fans apoyan a D’Angelo Russell? La respuesta es corta: el chico cumplirá 21 añitos el próximo 23 de febrero. Hay que confiar en él. Sobre todo después de que nuestro primer protagonista, Magic Johnson dijera que está dispuesto a ser el mentor de este muchacho. La vuelta del #32 angelino como asesor hace que el ‘Caso Russell’ coja otra perspectiva: si lo coge y sigue igual, puede que al fin y al cabo no fuera tan bueno como nos pensábamos. Pero si lo coge y sale bien, puede que estemos ante un jugador de otro nivel.
D’Angelo solo tiene que pulir sus defectos de manera que no acumule en 3 partidos 10 o 15 pérdidas, lo primero a mejorar. Y lo segundo es que tiene que cambiar totalmente su actitud en partidos donde parece que el partido en la NBA le ha estropeado los planes que tenía para ese día. Si es capaz de minimizar estos dos problemas que yo le veo, el salto de calidad sería brutal. Pasaríamos de tener una duda a tener soluciones para los partidos porque todos, en cada partido que se juega, nos preguntamos ¿Qué versión toca de Russell?
Magic es el hombre que puede hacer que este chico con sangre de horchata, aunque él diga que lo que tiene es hielo en sus venas, al que parece que los partidos no importan, cambie esa mentalidad y pueda ser ese tipo de jugador que históricamente ha tenido Lakers y así avanzar juntos a los otros dos mosqueteros hacia el final del túnel donde están los PO (viendo esta temporada, de la que viene). Pensadlo: el base titular de Lakers va a tener de profesor a Magic Johnson, al mejor base de la historia. No sé como podría acabar este idilio, lo que sí sé es que al final del mismo sabremos si D’Angelo Russell es lo que tenía pinta de ser o se va a quedar en otro caso más de ‘quiero y no puedo’.
Los Lakers deben tankear e ir a por un base organizador como Ball, dejando él peso anotador para D,lo como ya comente en otra noticia anterior.
Al fin un articulo mucho mas cercano a la realidad.
Muchas gracias.
Una de las carencias que yo veo en D’Angelo y no se ha comentado en el artículo es su defensa. Su falta de intensidad y su pasotismo o falta de ganas en el costado defensivo de la cancha es algo que me preocupa, si realmente quiere llegar a ser una super-estrella creo que debe de mejorar y mucho en ese aspecto.
Para mi, la defensa tiene mucho que ver con la actitud que le pongas, que es a lo que me refiero y si nombro en el artículo: su falta de actitud en cancha. Pero tienes razón, tuve que mencionar su mala defensa. Un saludo.
El hecho de que no mencionaras este detallito no quita valor a un gran artículo, buen trabajo.