Harrison Barnes no es un hombre dado a realizar dobles-dobles. Su capacidad anotadora está fuera de toda duda pero, sin ser un mal reboteador, es un jugador muy regular que se mueve entre las 5 y las 7 capturas. Pero llegaron los Cleveland Cavaliers a Dallas y, a modo involuntario de venganza por las últimas Finales donde quedó muy señalado, el alero estadounidense hizo un auténtico partidazo con un doble-doble de 24 puntos (9 de 16 en tiros de campo) y 11 rebotes. Pero ahora, según la NBA, su buena actuación sigue ahí, aunque no su doble-doble.
Después de la revisión que la NBA realiza de cada partido, la liga ha decidido quitar hasta dos rebotes a Harrison Barnes, por lo que la estrella de los Dallas Mavericks se queda con nueve.
Ambas actuaciones son complicadas de ver y, por lo tanto, no es criticable que hayan tomado esta decisión; si bien es cierto que el partido de Barnes no haya tenido un doble-doble como recompensa.
De todos modos, para todo aquel que haya visto el partido, el buen rendimiento que dio (y lleva dando durante toda la campaña) el joven jugador ex-Warrior está fuera de duda ya le otorguen siete, nuevo u once rebotes.
No hay que olvidar que Harrison Barnes todavía está promediando 20 puntos por partido, una cifra nada despreciable que le instaura en la élite de la liga.