Cory Joseph es un tipo principalmente defensivo, uno de esos jugadores que se gana los minutos haciendo que los rivales suden para superarle a la hora de anotar. Es rápido, ágil y decidido a la hora de poner oposición y mantener a raya a los tiradores contrarios.
En alguna ocasión, Dwane Casey ha sido crítico con su defensa de pick and roll, precisamente lo que era su especialidad en la NBA hasta ahora. Cuando se habla de la necesidad de mejorar en ese área, Casey llevó a cabo la medida que cualquier entrenador hubiese tomado: cortar los minutos de juego. Nada motiva más a un jugador que no jugar cuando él siente que debería estar en cancha.
Los últimos días han tenido que ser difíciles para CoJo. El viernes vio cómo el base novato Fred VanVleet, fue el segundo base por detrás de Lowry en lugar de ser él mismo, situación que se volvería más drástica aún contra Brooklyn, partido en el que VanVleet acaparó todos los minutos de base suplente.
Casey justificó la ausencia de Joseph diciendo que necesitaba un «descanso mental» en este momento. Cory lo negó posteriormente, aunque insistió en afirmar que estaba de acuerdo con cualquier decisión que tomase el entrenador.
Casey lo llamaría descanso mental, pero se puede leer entre líneas que era un toque de atención. La eficacia defensiva de Joseph había decaído últimamente, y el entrenador quería que la recuperase junto con su mejor forma física para el próximo partido. En dicho partido, contra los Clippers, Joseph recuperó su lugar habitual en la rotación y volvió a ser el jugador que todos conocemos, con su reconocido juego defensivo.
Los Raptors tienen que ser un equipo inflexible defensivamente desde el primer momento de los partidos, y probablemente Joseph es el que mejor responde a esa definición desde el banquillo, quizá con la excepción de Patrick Patterson. Probablemente esos días de «descanso mental» fuesen incómodos para los involucrados, pero si con ello se ha logrado que CoJo recupere su defensa como todo el equipo espera de él, mereció la pena.