John Wall es uno de los jugadores que más desgaste físico hace cada partido que juega. Una de sus grandes cualidades como jugador de la NBA es su vertiginosa velocidad a la hora de coger el balón y correr el contraataque. A pesar de que pueda acabar los partidos cansados, tiene claro que él no quiere descansar para no perjudicar a los aficionados.
Muchos jugadores se ausentan en ciertos partidos con el único motivo que descansar. Algunos entrenadores creen que deben limitar la carga de partidos de sus estrellas y así llegar más frescos al tramo decisivo de la temporada, los Playoffs, donde ya hay que jugarlo todo con los mejores y pelear por llegar lo más lejos posible. Lo hemos visto en numerosas ocasiones con, por ejemplo, los San Antonio Spurs de Gregg Popovich, que conocedor de, entre otras cosas, la edad de sus estrellas, ha ido dándoles descanso en varios tramos de la temporada para llegar al 100% a la postemporada.
Pero John Wall cree que esta práctica es injusta para los aficionados que pagan sus entradas para ver a las estrellas de los equipos. En algunos casos, esos fans viajan desde muy lejos solo para ver a los LeBron James, Kevin Durant, Kawhi Leonard y compañía, y supone un gran desembolso económico para llegar al estadio y ver a sus jugadores favoritos vestidos de calle en el banquillo.
Así lo comentaba el base de los Wizards en una entrevista en CSN Mid-Atlantic:
«La única forma de que me quede fuera de un partido será si estoy lesionado, o si no puedo ir. No soy el tipo de jugador que simplemente se sienta en un partido. Es importante para mí estar disponible para mi equipo. Y especialmente para los fans, que algunos de ellos vienen a los partidos y puede que sea la única oportunidad que tienen para verte. Si estoy disponible para jugar, jugaré. Si me pasa algo con lo que no puedo jugar, entonces será cuando me siente. Simplemente no me gusta quedarme fuera para descansar, yo no soy así».
John Wall quiere que los fans disfruten siempre de su juego y ayudar a sus Wizards a seguir ganando partidos. El equipo es posiblemente el equipo más en forma de toda la NBA, y en gran parte es gracias al gran nivel de juego y de compromiso de su base All-Star, de su jugador franquicia.