New York Knicks: el bueno, el feo y el malo

Los New York Knicks ahora mismo están en un momento crítico de la temporada. Las apuestas de Phil Jackson no están funcionado y lo que vamos a analizar hoy es una de las posiciones que más se ha reforzado los New York Knicks: el pívot. Hay 4 jugadores en dicho puesto (5 si contamos a Porzingis como center). Concretamente os voy a hablar del rendimiento de Willy, O’Quinn y Noah, ya que Plumlee apenas ha tenido participación y respecto a KP, Hornacek sigue usándolo de ala-pívot. Y como la temporada de los Knicks parece de película y no en el buen sentido, os presento al bueno, al feo y al malo.

El bueno, Willy Hernangómez

Llegó a la NBA seleccionado en segunda ronda (puesto 35) y con un paso por el Real Madrid que hacía dudar a muchos aficionados con su rendimiento debido a la falta de minutos, pero eso no fue un impedimento para Willy. Su gran rendimiento en cancha le ha hecho ser uno de los jugadores más queridos por la afición knickerbocker. Ya conocíamos su facilidad anotadora desde cuando jugó en Sevilla, lo que nos ha llamado la atención es su rápida adaptación al equipo entendiéndose con todos sus compañeros en las jugadas ofensivas (seguramente Porzingis ha tenido que ver en ello) y su facilidad reboteadora. Algo que sorprende debido a su rendimiento en la liga Endesa y su físico, por el que mucha gente al iniciar la fase regular decía que iba a sufrir luchando en el rebote con jugadores como Drummond, Howard o Whiteside: unas bestias con un físico sobradamente desarrollado.

A pesar de ello Willy, ha sabido suplir esa falta de musculatura con inteligencia sobre el parqué y ganas de demostrar al mundo del baloncesto que viene a la NBA para quedarse muchos años. También se ha adaptado a las curiosas rotaciones de Hornacek, donde en un partido juegas 22 minutos y al siguiente ninguno. Esa forma de dar minutos tan inusual y que en muchas ocasiones complican la progresión de un jugador no ha sido impedimento para Hernangómez donde parece haberse ganado la confianza del técnico siendo titular en el último partido y dando muestras de lo gran jugador que es. Lidera el % en TC entre todos los rookies además de ser el segundo máximo rebotador y el cuarto con mejor PER (eficiencia) de los novatos. Promedia 6’5 puntos, 5’8 rebotes y 0’5 tapones en 15:20 minutos por encuentro.

El feo, Kyle O’Quinn.

Su final de temporada pasada y su mala pretemporada hacían pensar que el ex pívot de los Magic sería el tercero en la rotación. Es más, muchos aficionados de los Knicks (yo el primero) pedían su cabeza pero nos ha callado la boca con su rendimiento y actitud. Cada vez que sale a pista refresca el juego del equipo dando puntos en el juego interior y combinándose con sus compañeros. Tiene un gran entendimiento con Willy Hernangómez, cuando coinciden juntos. O’Quinn le tapa las carencias a el madrileño y viceversa. En cuanto a la defensa a pesar de no ser su punto fuerte ha mejorado siendo un cumplidor en la zona y saliendo a frenar perimetrales cuando la situación lo requiere. Es el líder en PER en los New York Knicks, una estadística que mide la eficiencia en los partidos o lo que es lo mismo, el que mejor cumple las funciones que se le asigna con un 20’9 de PER.

¿Por que lo pongo como el feo? Aparte de su innato atractivo físico, su capacidad de superación desde que llegó a la NBA siendo segunda ronda y que es el jugador más eficiente del equipo, sigue sin convencer a los directivos. En Orlando no fue renovado a pesar de que no pedía una cantidad demasiado grande y ahora en Nueva York podría ser traspasado para hacer más atractivo el Melo-trade para otros equipos que se interesen por el alero. A pesar de ello el cariño de la afición se lo tiene ganado. Promedia 6’5 puntos 5’6 rebotes y 1’3 tapones en 15:21 minutos, estadísticas muy parecidas a las de Willy.

El malo, Joakim Noah

Tras dos temporadas malas en Chicago debido a las lesiones, Joakim Noah desembarcaba en los New York Knicks como la gran apuesta de Phil Jackson para la agencia libre. Su contrato (72 millones por 4 años) fue duramente criticado debido a su edad (31 años) y a su historial de lesiones en su dos últimas temporadas. A pesar de ello se confiaba en que el pívot francés volviese a ser el perro de presa que era en Chicago, ese jugador que le hizo ganar en 2014 el premio al defensor del año y que en su buena época en los Bulls era una maquina de triples dobles con una gran IQ y visión de juego para tomar la decisión correcta en el pase.

Nada de eso esta pasando. Noah ha decepcionado desde el minuto uno que llegó a NY, a pesar de que en su presentación aseguró que esta es su casa. Que era de los Knicks desde chiquitito (aunque suena a tópico eso si es cierto ya que nació y se crió en Nueva York, en el barrio de Hell’s Kitchen) y que quería hacer algo grande en esta franquicia. Es cierto que al principio se pensaba que su bajo rendimiento era por la larga lesión que tuvo, haciendo que tuviera que perderse tiempo de acción durante la pretemporada y también la adaptación al equipo. Sin embargo, estamos llegando ya a febrero y la adaptación al sistema no está funcionando principalmente con Kristaps Porzingis en zona ya que cuando coinciden en cancha los New York Knicks tienen un –42 de diferencia de puntos. Pero lo que más duele aparte de su contrato es la actitud, no porque sea mala ya que esta demostrando que quiere jugar, quiere ganar y ayuda a los jóvenes, sino que parece que su físico no le da para más, un quiero y no puedo en resumen. Promedia 5 puntos (su 2ª peor marca anotadora en su carrera), 8’7 rebotes y 0’8 tapones en 22 minutos de juego.