Arrancó la Copa del Rey en Vitoria, Iberostar Tenerife y Baskonia abrieron en la tarde de hoy la mayor fiesta del baloncesto español. Los de Vidorreta, segundos en la clasificación, y con el derecho a soñar más que merecido ante el equipo dirigido por Sito Alonso, un Baskonia que se está mostrando irregular durante la temporada, pero del que no se puede dudar en las grandes citas.
La igualdad fue la nota dominante en los primer compases del partido, si bien Rodrigo San Miguel manejaba el tempo del partido, encontrando posiciones favorables para sus compañeros, mientras que los vitorianos se encomendaban al talento de Hanga y Larkin para sostenerse al partido, 9-10 en los primeros tres minutos. En ese momento los locales, guiados por el empuje de su afición, abrieron un parcial de 11-2, con 8 puntos de Hanga, secundado por Tillie con 7, cerrando el primer cuarto con un favorable 22-15 para los locales.
La sensación de que Baskonia podía cerrar el partido en cualquier momento era palpable, un triple de Bargnani devolvía la máxima, 28-19. Punto de inflexión, a partir de ahí los insulares endosaron un parcial de 5-13, culminado con un triple de Davin White que devolvía la máxima igualdad al choque, 33-31 a 04:15 para el descanso y tiempo de Sito Alonso para cortar la sangría.
¡Pero estas son las cosas de la Copa del Rey! Shane Larkin acudió a la llamada de su entrenador para revolucionar el encuentro y meter una marcha más a los suyos, una marcha que los isleños no supieron frenar, al ritmo del pequeño base estadounidense los locales llegaron al final del primer cuarto con un parcial de 12-3, dejando por el camino una máxima de 12 puntos, 45-34 al descanso.
Dicen los sabios que «no hay que vender la piel del oso antes de cazarle«, y menos en la Copa del Rey, y es que la temporada de los Vidorreta está siendo la que es por algo. Hay jugadores que se crecen según qué momentos, y uno de esos es Georgios Bogris, el pivot griego lideró la reacción de los amarillos, con más carácter que juego. Le valía a Txus y a los suyos para estar en el partido, 48-44 mediado el tercer acto. La misma fórmula que le valió a Sito en el segundo cuarto le hizo efecto en el tercero. El técnico madrileño optó primero por la electricidad de Larkin para dar un arreón al partido, secundado por la dupla Luz-Laprovittola, intensidad en defensa y transiciones rápidas, algo que Tenerife a duras penas pudo controlar, 61-55 para entrar en el último cuarto.
Con Larkin y a campeonar en la Copa del Rey.
Con todo por decidirse en el Fernando Buesa Arena, los locales, empujados por la charanga de la grada, arrancaron con más fuerza, sobre todo gracias a Shane Larkin, el base estadounidense se marcó un arranque del último cuarto demoledor y Baskonia lo agradecía, 78-68 con 10 puntos del americano, coreado por la grada con gritos de «MVP» a cuatro minutos para el final del partido.
Se le iba el aire a los de Vidorreta, volvió la máxima con una canasta de Beaubois, 80-68. Cinco jugadores de Baskonia por encima de los 10 puntos y un Iberostar Tenerife que no encontraba un referente en la cancha. Los locos bajitos de Sito Alonso volvieron a cancha -ahora Luz era el que acompañaba a Larkin- . Con una ventaja cercana a los diez puntos y haciendo del Buesa un infierno, los locales durmieron el partido, las caras de derrota se hacían palpables en el banquillo insular y se llegó al final del partido con victoria local, 90-81,y el Baskonia es el primer semifinalista de la Copa del Rey.