Marcus Smart, el Orgullo de los Boston Celtics

Marcus Smart se ha convertido en el tercer mejor jugador de los Boston Celtics. Al menos en el tercero más importante. Tras la tonelada de puntos y talento ofensivo de Isaiah Thomas, y la presencia siempre positiva de Al Horford en ambos lados de la pista, está el carácter del base texano.

Sí, obviar al pegamento y bisagra de los Orgullosos Verdes, Jae Crowder, es casi un delito para todos aquellos que ven los partidos de los Boston Celtics. Pero es que mientras que las acciones del alero se reparten durante los 48 minutos del partido, casi de manera homogénea, las de Marcus Smart son arrebatos de pasión y talento que vienen a salvar a su equipo justo cuando más lo necesitan.

¿Que Los Ángeles Lakers están haciendo lo que quieren desde el perímetro y Nick Young se permite hasta el lujo de bailar en mitad del TD Garden? Ahí llega Marcus Smart desde el banquillo, roba tres balones en los últimos dos minutos del primer cuarto y se acabó la fiesta.

¿Que los New York Knicks están amenazando con remontar 17 puntos de desventaja? Triple en el clutch y defensa sobre Kristaps Porzingis para dejar las cosas en su sitio.

¿Que nadie en los Boston Celtics puede parar a Marc Gasol, seguramente el segundo mejor pivot de la NBA y 23 centímetros más alto que Marcus Smart? Un tapón, una buena defensa y un robo son mano de santo para estas cosas.

¿Que los Boston Celtics pierden su defensa y orgullo contra los Washington Wizards? Bronca en el banquillo con cualquiera que discrepe, se hace un agujero en la pared del vestuario de un puñetazo y al día siguiente todo el equipo a defender como unos campeones contra los Houston Rockets.

https://www.youtube.com/watch?v=jphhicuHLG4

Da igual que los Boston Celtics se enfrenten a James Harden, Russell Westbrook, Kristaps Porzingis, Paul George, Carmelo Anthony o Marc Gasol. Brad Stevens solo tiene que soltar a su pitbull y él ya se encargará de oler la carne y traer la vitoria para casa – siempre y cuando al entrenador no le de por cambiar las marcas en el último cuarto, claro.

Pero todo ya es algo sabido por todo aquel que haya visto más de tres partidos de los Boston Celtics. ¿Entonces, para qué escribir de nuevo un artículo que ya publiqué en 2015? Pues, no, no es para refrescar las memorias de los más despistados, llamar la atención de los que solo ven highlights y boxscores. Tampoco para dejar claro que eh, ya lo vengo diciendo desde hace… No, lo que pasa es que en este 2017 Marcus Smart está haciendo lo que se esperaban de él a comienzos de esta temporada, consagrarse como lo que prometía la noche del draft en la que fue elegido por los Boston Celtics: un jugador titular en un equipo aspirante a todo.

El seguro de Brad Stevens

Con 31 minutos por partido, Marcus Smart es el cuarto jugador que más juega cada noche con los Boston Celtics. Solo Jae Crowder tiene más incidencia que él en las victorias de su equipo, y solo Isaiah Thomas es capaz de realizar más jugadas decisivas en los momentos calientes de partido. Las del pequeño base de Tacoma, por ofensivas, son conocidas en todo el mundo del baloncesto; las del oriundo de Dallas son un secreto conocido solo por sus compañeros, cuerpo técnico… y entrenadores rivales.

Marcus @smart_MS3 putting it together. Brett Brown: «There’s a toughness in him that you can’t help but respect.” https://t.co/84PDz6pcLh

— Steve Bulpett (@SteveBHoop) 16 de febrero de 2017

Sus llamadas winning plays rara vez son canastas. Por lo general suelen ser cosas feas, toscas, horribles a la vista, de esas que encantan en el Garden. Acciones como las comentadas al inicio de este artículo y que cuando revisas el análisis jugada-por-jugada te das cuenta de que Marcus Smart tiene el don de la ubicuidad, de estar siempre dónde y haciendo lo que se necesita.

Sirva esta muestra de los dos últimos del partido contra los Portland Trail Blazers como muetra

@BTrustOriginal @BillSimmons pic.twitter.com/d2Ej7E55MH

— Javier R. Rodríguez (@CafeDeRick) 10 de febrero de 2017

Vaya, parece que los Boston Celtics han ganado gracias a él y sin embargo, en el vídeo-resumen de la NBA no aparece nada de nada ¿por qué? Porque hasta este 2017, Marcus Smart tenía un San Benito ganado a pulso. Le hablases a quien le hablases del partidazo que había hecho el #36, la respuesta evidente siempre iba a ser la misma: ¡pero si ha hecho un 3/10 en tiros de campo y un 0/5 en triples’. Y ahí se acababa la conversación, si empezabas a hablar de intangibles, de hustle, todo lo que podrías obtener como respuesta era un gesto condescendiente y una perorata sobre cómo los aficionados de los Boston Celtics sobrevaloramos a nuestros jugadores.

Pero no, no los sobrevaloramos. Y, desde luego, Brad Stevens no es famoso por poner en pista a alguien en quien no confíe; que se lo pregunten a James Young o al Jaylen Brown de Diciembre. Así que si el segundo/tercer mejor entrenador de la NBA, tiene a Smart como el quinto jugador con más confianza en forma de minutos, quizás debe ver algo en él que al resto se le escapa. Y hasta 2016 todo lo que veía es lo que ha dado desde su primer minuto en la NBA: defensa, esfuerzo, hustle y ser siempre el jugador en pista con más ganas de ganar.

Lo bueno. para el aficionado general que lo empieza a conocer pero sobre todo para el aficionado de los Boston Celtics que empieza a ver cómo le dan la razón cada vez más a menudo, es que durante este 2017 y, en especial, este Febrero, Marcus Smart ha encontrado lo único que se le había resistido en la liga: consistencia en el costado ofensivo.

2017, el mes de Febrero y la titularidad

Decir 2017 es tramposo, el base lleva jugando a un buen nivel ofensivo desde mediados de Diciembre, alcanzando su punto de inflexión en el encuentro contra los New York Knicks. A partir de ese partido, los números ofensivos de Marcus Smart empezaron a ser tan consistentes como su aportación defensiva; además, tras las sucesivas bajas de Avery Bradley y Jae Crowder, su número de minutos por partido ha ido aumentando de manera directa a sus responsabilidades, llegando al extremo de los últimos cuatro partidos – con gira por la Conferencia Oeste incluida -, donde está promediando hasta 36 minutos en los que ejerce de titular, líder de la segunda unidad, y jugador de los últimos minutos finales.

Sus números, lejos de resentirse con el aumento del tiempo en pista y obligaciones durante los mismos, están creciendo tanto en cantidad como en regularidad .

No está siendo raro durante los últimos encuentros ver a Smart liderando al equipo en asistencias, mientras es segundo en rebotes y puntos. Que domine el +/- es ya un clásico, con picos de +36 en 30 minutos contra los Lakers o +24 en su último encuentro contra los 76ers o los Utah Jazz.

¿Tanto ha mejorado su tiro? Si y no. Es evidente que al fin, Marcus Smart ha dejado de tirar con esa horrible mecánica catapultera de la que ha hecho gala desde que llegó a la NBA. Pero esto por sí solo no explica su explosion ofensiva. Lo más importante, en boca del propio Brad Stevens

«Marcus está empezando a saber desde dónde le es fácil anotar y cómo llegar allí, en lugar de tratar de anotar desde donde quiera que haya llegado»

Son dos y medio los sitios desde donde el base ha encontrado su tiro: los triples desde las esquinas (está anotando al 44.8 % desde esta posición durante los últimos dos meses), posteando contra bases más pequeños o jugadores más altos pero también más lentos, y desde la cabeza de la bombilla. Si Kelly Olynyk es el jugador que más pases recibe del base, Jae Crowder e Isaiah Thomas son los que más y mejor encuentran a este.

En resumen, como decíamos al comienzo de este artículo, Marcus Smart está aportando todo aquello que le pedíamos en el mes de Octubre. Buscar desde dónde anotar, subir sus porcentajes de tiro a niveles simplemente promedios, y asentarse como un playmaker de calidad. Si lograba esas tres cosas, con todo lo que ya traía de su casa, hablábamos de un jugador con potencial All-star. Bien, los aficionados de los Boston Celtics ya no somos los únicos que lo vemos como una posibilidad. Esto escribía anoche Kevin O´Connor, uno de los analistas más capaces a la hora de evaluar el desarrollo de los jugadores jóvenes que llegan a la NBA.

Marcus Smart is already an elite defender & rebounder, good passer. If he’s scoring like this consistently, he’s an All-Star caliber player.

— Kevin O’Connor (@KevinOConnorNBA) 16 de febrero de 2017

Marcus Smart, el jugador más completo del Draft 2014

Lo mejor para Brad Stevens es que, a diferencia de lo que pueda parecer cuando ves a los jugadores que más luces acaparan de su clase del Draft, Marcus Smart es capaz de aportar en un costado sin tomarse lo que pasa en el otro lado de la cancha como algo ajeno a él y sus circunstancias. Mientras jugadores como Jabari Parker, Andrew Wiggins y Zach LaVine (este último ya menos), son bestias de aportar números tan ofensivos como vacíos, incapaces de defender a Olowokandi ni aunque este jugase de base, Marcus Smart está viviendo este crecimiento en su ataque… al mismo tiempo que eleva su defensa de élite a excelente.

Desde el ya citado partido contra los Lakers, en el que salió desde el banquillo como una furia a robar todo lo que se le pusiera por delante, los Boston Celtics han jugado un total de siete encuentros. En todos y cada uno de esos siente partidos, Marcus Smart ha logrado al menos tres robos, alcanzando la cifra de cinco hasta en tres ocasiones. En esta semana, ha igualado su récord de robos (5), superado (6), y logrado la mejor marca de un jugador de los Orgullosos Verdes desde el año 2011 (8, Rajon Rondo). Solo dos jugadores en toda la historia de la BeanTown han robado más balones en un partido de los que arrancó La Cobra de las manos de sus rivales: Paul Pierce y Larry Bird, con 9.

Si aún no estás convencido de que Marcus Smart es uno de los secretos mejor guardados en la NBA, solo tienes que ponerte un partido de los Boston Celtics y empezar a alucinar con la cantidad de cosas que se pueden hacer en una pista de baloncesto además de anotar. Todo ello lo hará un jugador que también ha añadido esto último a su catálogo.