Matt Barnes junto a DeMarcus Cousins tuvieron una discusión con varias personas en un club nocturno de Nueva York. Tras el partido que enfrentó a Sacramento Kings y New York Knicks en el Madison Square Garden, los dos jugadores de la franquicia californiana decidieron “darse una vuelta” por la capital del planeta, la ciudad que nunca duerme. Quizá no fue la mejor opción. Con dos tíos como Matt Barnes y DeMarcus Cousins por ahí, nada malo puede pasar, ¿verdad? Las cosas terminaron como muchas personas esperaban que acabara. Matt Barnes fue arrestado y demandado por “asalto violento” y tenía que presentarse a un juicio en los próximos meses.
Pero de repente, ocurrió algo inesperado en la vida del alero. Golden State Warriors decidió llamar a Matt Barnes para hacerse con sus servicios tras la lesión de Kevin Durant en Washington. La noticia fue recibida con mucha alegría, y viajó a Chicago para reunirse con el resto de sus nuevos compañeros y estar disponible para salir desde el banquillo de Steve Kerr. Las cosas pueden cambiar de manera drástica. Pasas de estar en un equipo casi sin opciones como Sacramento Kings y posteriormente ser cortado, a formar parte de uno de los principales candidatos al anillo.
Esto es lo que le debió pasar por la cabeza cuando decidió llamar a su abogado para encargarse de un par de asuntos. Matt Barnes decidió ser precavido y previsor llamando a su representante en los banquillos, y no precisamente en una cancha de baloncesto, para pedirle que retrasara el juicio hasta el 27 de junio. Matt Barnes se ve con la posibilidad de poder disputar las Finales de la NBA y no querría que un juicio le hiciera perderse esa gran oportunidad.
“Tengo razones para pensar que mi cliente va a estar jugando las Finales de la NBA” dijo su abogado Alex Spiro delante de los tribunales de Manhattan. El juez le respondió, “Buena suerte”.
Ese es uno de los principales deseos de Matt Barnes, poder alcanzar unas nuevas Finales de la NBA. Ese es el objetivo principal de todo el equipo y así, el alero podría conseguir aplazar el juicio, pero nunca podrá evitarlo. Todos somos iguales ante la ley, o por lo menos, en los Estados Unidos de América parece que sí.