Chicago Bulls y Playoffs, una tóxica relación

el objetivo de postemporada daña a la franquicia
Fuente: Keith Allison (CC)

Después de múltiples semanas ostentando una plaza de Playoffs, los Chicago Bulls se encuentran actualmente fuera de los mismos, ocupando la décima plaza de la Conferencia Este. A pesar de que, personalmente, siempre pensé que Chicago lograría arañar una octava plaza de Conferencia dado principalmente el talento y el buen hacer de algunos de los veteranos, lo cierto es que la situación actual no sorprende lo más mínimo.

Existen muchos motivos distintos para comprender el cómo y el porqué del anticipado fracaso de Chicago Bulls, pero posiblemente lo que más daño haya hecho tenga directa relación con los deseos de una directiva obsesionada con el éxito de épocas pasadas. No, los Bulls de hoy en día no son los de hace 5 años, y cuanto antes se den cuenta de que del carbón no puedes sacar diamante, antes podremos abandonar este paraje de mediocridad.

Como siempre, veo necesario destacar algunos puntos para reflejar la idea de la que hoy he venido a hablar.

La Obsesión con los Playoffs

A estas alturas esto parece ya bastante obvio, pero aun así es un punto esencial para llegar al cruce de caminos actual. La temporada pasada ya fue todo un fracaso, un cúmulo de varios problemas que provocaron una discordia en el vestuario que hacía mucho tiempo que no se veía en Illinois, lo que acabaría provocando muchos, muchos cambios en el equipo, y sin embargo, los objetivos se mantendrían igual.

En verano se firmó a Dwyane Wade y Rajon Rondo con el objetivo de luchar por los Playoffs, y este último se encargaría de dejar una de las más divertidas frases de la temporada tras el «Somos un superequipo» de Rose y los Knicks; el veterano base, que vivió su máxima gloria en Boston, no dudó en afirmar que eran uno de los cuatros mejores equipos del Este, todo esto antes de verse relegado al banquillo en favor de… ¿3, 4 bases? A día de hoy sigue siendo un misterio.

Nada detuvo los planes de la directiva y, en especial de los Reinsdorf, los propietarios de los Chicago Bulls, en su vacía lucha por un objetivo sin relevancia alguna, a pesar de que el sentido común invitara a pensar que era hora de comenzar de nuevo. De esto último puede que les golpeara un poco en la cara a Dwyane Wade y Jimmy Butler en la gran noche de «La Rajada», cuando posiblemente a ambos se les pasara por la cabeza: «¿Qué estamos haciendo aquí?» Una pregunta para la que nadie tiene respuesta a día de hoy. Aunque posiblemente, si se le hace esa pregunta a los propietarios, estos serían los únicos con una respuesta: «Ganar Dinero», pues no olvidemos que a pesar de los ridículos y los fracasos, Chicago ha sido líder esta temporada en presencia de espectadores en el pabellón. Y es que realmente, ¿a quién no le gusta ver un buen drama de vez en cuando?

La Maravillosa Tierra de Nadie

De título digno de una saga de relatos fantásticos, lo de Chicago Bulls se decanta más por una película de Antena 3 de los domingos por la tarde. Los de Illinois, incluso a día de hoy, han decidido vivir una doble vida que ha lastrado ambos deseos:

  • Por una parte, han intentado hacerse con «mucho talento joven» para poder tener un futuro al que aferrarse. El «mucho» sin duda está ahí, el «talento», no tanto. Doug McDermott fue un completo fracaso (uno de los motivos por los que ya no está en el equipo), Mirotic se marchará en verano (de ahí que no esté disfrutando de minutos), MCW ha tenido de todo menos regularidad, y por lo general, el resto de «jóvenes» aspiran como mucho a ser hombres para tener en rotación, pero nada sobre lo que depositar grandes esperanzas.
  • Por otra parte, mientras se cambiaba a la plantilla al completo a excepción de Felicio, Portis, Mirotic y Butler, los Chicago Bulls querían seguir peleando por PO. Ni los brutales cambios, ni el mediocre talento joven, ni la incapacidad de un entrenador de segundo año para encontrar respuestas, y ni siquiera el claro monstruo que habían creado por plantilla, les hizo replantearse la posibilidad de comenzar a pensar en otras cosas que no fueran el alcanzar los Playoffs.

¿Cuál ha sido el resultado actual de esta absurda combinación? Mediocridad, fracaso y frustración. Para ponerlo en contexto, Chicago ha intentado aspirar a lo que son los Boston Celtics hoy en día: un equipo con talento joven (y más por venir), pero con la capacidad y la solidez suficiente como para mantenerse uno de los conjuntos más competitivos de la Conferencia. Sobre el papel suena genial, pero cuando lo intentas poner en práctica, y lo haces absolutamente todo mal, acabas en el gran ridículo en el que están los Bulls ahora mismo.

Jimmy Butler y los Platos Rotos

Matt Sisneros (CC)

Desde luego, no creo que haya habido un solo hombre más frustrado esta temporada que Jimmy Butler con el equipo. No voy a negarlo, soy un gran fan del escolta (ahora alero), ya que siempre le he visto como una de las máximas representaciones del factor básico para triunfar en la NBA: el trabajo duro, algo que le llegó a reconocer el propio Kobe Bryant, otro enfermo del trabajo. Pero ya no sólo por eso, sino por el simple hecho de creer que desde arriba te iban a ayudar, y lo único que han hecho ha sido dudar de ti y dificultar tu camino.

¿En algún momento alguien creyó que el equipo ideado para ser el peor en cuanto a tiro exterior sería capaz de ayudar de alguna forma a un jugador cuyo estilo destaca por su habilidad como slasher y organizador? ¿Qué me evita pensar que la directiva precisamente organizara todo esto para poder apoyar sus dudas sobre la figura de Jimmy Butler como jugador franquicia y tener alguien nuevo al que culpar? Al fin y al cabo, el año pasado acabó pareciendo que Joakim Noah y Derrick Rose eran los principales culpables del fracaso, así que ahora le tocaba a otro.

El ’21’ de los Bulls se ha visto forzado a cargar con el peso del equipo en ambos lados de la cancha durante toda la temporada, y no ha podido recuperar su rendimiento tras la lesión que sufrió en el tobillo. En numerosas ocasiones ha tenido que defender al mejor jugador del otro conjunto, organizar el ataque de los suyos, anotar con consistencia y encima hacer trucos de magia en los últimos minutos de partido para lograr victorias, así que un bajón en el rendimiento en un punto tan clave de la temporada, es una excusa perfecta para tacharle  como candidato a líder.

Pongamos Punto y Final a Esta Farsa

Los Chicago Bulls cuentan actualmente con el pick 13 del Draft, y dada la dinámica de otros conjuntos como Dallas, Minnesota o Denver (entre otros), no debería costar demasiado acabar consiguiendo un pick top 10 de esta edición. Además, parece realmente improbable que Jimmy Butler siga siendo jugador de los Bulls la siguiente temporada, por lo que de traspasarle la noche del Draft, conseguir dos picks top 10 de una de las mejores camadas de la última década es sin duda una buena forma de comenzar el proceso de reconstrucción.

Ya no es cuestión de creer en el equipo o los jugadores, no es cuestión tampoco de buscar culpables, puesto que ya es bastante claro quiénes son, es cuestión de aceptar que el «proyecto» no da para más, y por mucho que la prioridad de esta franquicia sea la de generar beneficios, también tienen un deber con una de las mejores y más fieles aficiones de la competición, y ese es el de no ofrecerles falsas esperanzas y aportar un proyecto a la altura del apoyo ofrecido.

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