Dirk Nowitzki es sinónimo de leyenda viva. Lo ha ganado todo, ha creado un estilo propio capaz de inspirar a las nuevas generaciones, sigue batiendo récord y todo ello le convierte para muchos en el mejor jugador europeo de la historia. Sin embargo, ha pasado de puntillas por los focos del escenario principal de la NBA durante los últimos años. La pobre trayectoria de sus Mavericks (renegados a pelear por el anillo desde que lo consiguieran en 2011) ha contribuido a que el impacto del alemán haya disminuido en beneficio de los jóvenes talentos emergentes.
Pero su última hazaña le ha vuelto a colocar en el candelero de la opinión pública. Desde que el pasado 7 de marzo lograse frente a los Lakers superar los 30.000 puntos en su carrera, Dirk no ha parado de coleccionar halagos. Esa magnífica primera parte con 25 puntos le permitió entrar en el elitista grupo de jugadores en alcanzar esa cifra redonda. Un grupo formado por Kareem Abdul-Jabbar, Karl Malone, Kobe Bryant, Michael Jordan y Wilt Chamberlain.
Rick Carlisle también se ha deshecho en elogios una vez más hacia el ala-pívot. El entrenador de los Dallas Mavericks valora enormemente que su jugador sea capaz de mantener un nivel competitivo tan alto a pesar de tener casi 39 años y considera que es una de las trayectorias más impresionantes que ha visto.
«Hay mucho trabajo de habilidad, hay mucho trabajo corporal, hay una rutina mental para él, porque la gente todavía está tratando de golpearlo cuando está en la pista. Es genial ver que él está recibiendo mucha atención ahora y esto es necesario para poner en relieve lo que realmente es una asombrosa carrera en la NBA «.
La verdad que es verdad que desde ese momento los medios han prestado mucha más atención a Dirk Nowitzki. Cosa tan lógica como meritoria a sus 39 años