Basket-ficción: ¿Y si OKC hubiera seleccionado a Devin Booker?

Durant afirmó que estaban locos por él
Devin Booker era querido en OKC. Foto: Fai Le (CC)

Existe una corriente bastante extendida entre los aficionados al deporte –entre los que me incluyo- que consiste en especular sobre hechos que no ocurrieron por cuestión de milésimas de segundo, asuntos monetarios o simplemente porque no eran posibles. Y, como no podía ser de otro modo, la NBA  no queda exenta.

Hace dos días, Kevin Durant daba a conocer en unas declaraciones a un medio local que, cuando militaba en OKC, la gerencia estaba decidida a draftear al que ahora es uno de los mejores jóvenes de la liga: Devin Booker. El lozano escolta hacía las delicias de los directivos en Oklahoma, quienes salivaban tan solo por pensar en la opción de añadir a Booker a su ya de por sí potente roster.

Esta situación nos hace plantearnos una serie de preguntas. ¿Y si Oklahoma hubiera drafteado a Booker y no a Cameron Payne? ¿Habrían batido a los Warriors en Finales de Conferencia? ¿Habría desarrollado Booker el mismo juego que nos está mostrando en Phoenix? Y lo más escabroso: ¿Se hubiera quedado Durant?

¿Y si Devin Booker hubiera recalado en Oklahoma en lugar de Payne? ¿Hubiera desarrollado todo el potencial que escondía?

Los Thunder se hubieran hecho con un jugador unidimensional –en ese momento, pues ahora está añadiendo nuevas armas a su juego- que arribaba de Kentucky con fama de excelso tirador desde más allá del arco -40% en triples en su única temporada en el college de Lexington-.

Cameron Payne promedió durante la temporada pasada (57 partidos incluyendo Playoffs) unos flojos 5 puntos y 2 asistencias en unos paupérrimos 12 minutos por partido. Guarismos que se ven reducidos a una aparición testimonial en Playoffs: 10 partidos en los que pisó pista 6 minutos por encuentro y firmó 2 puntos y una asistencia de media.

Hoy por hoy, Cameron Payne no se encuentra en la disciplina de Oklahoma, sino que salió en el deadline rumbo a Chicago, donde tampoco está siendo capaz de sentirse cómodo.

Caso transversalmente opuesto el de Devin Booker. Tras comenzar la campaña con poca presencia y no cesar de trabajar entre bambalinas, las lesiones de sus compañeros le abrieron la puerta de la titularidad. Puerta que cruzó en una dirección y que jamás ha vuelto a atravesar al contrario.

Qué decir de Booker que no se sepa ya. Se trata de una de las estrellas con mayor proyección de la NBA. Los Phoenix Suns, sabedores de su capital importancia en el futuro de la franquicia, le miman de cara al público con el objetivo de que se sienta en casa mientras el escolta habla en la pista.

Pero jamás hubiera evolucionado de tal manera en su juego en OKC. La presencia de Dion Waiters, junto a la trascendencia defensiva de André Roberson le hubieran cerrado el grifo de los minutos rápidamente. Ya se ha visto que Booker necesitaba minutos para rendir.

Eso tan solo en su posición. Por todos es de sobra conocido el tándem formado por Kevin Durant y Russell Westbrook en el backcourt que absorbía gran parte de los minutos.

¿Hubieran derrotado a los Warriors en Finales de Conferencia?

Aquí es donde Booker hubiera tenido menos incidencia. Tras colocarse 3-1 en la serie y desaprovechar nada más y nada menos que tres match-points, no existe perdón alguno que justifique la eliminación a manos de los a la postre subcampeones.

Continuando con la línea del punto anterior, Booker apenas hubiera gozado de un ínfimo puñado de triples abiertos tras cerrarse la defensa ante las penetraciones de Westbrook (p. ej) o alguna situación de pick&roll/pop que le encontrase en buena posición. Si hubiera sido elegido por los Thunder, quizás nunca en su carrera hubiéramos presenciado el fenómeno que es hoy en día y que se avista que será. O hubiera alcanzado el nivel que muestra ahora pero no este año, sino dentro de cinco.

¿Hubiera permanecido KD en Oklahoma?

Este punto se encuentra íntimamente ligado al anterior, pues la decisión del jugador de cambiar de aires se debió en gran parte a la dolorosa derrota de Finales de Conferencia.

Pese a encontrarse amarrado al apartado precedente, no cabe lugar a dudas de que Booker es un jugador especial, por lo que Durant, al avistar la bestia en la que puede mutar, hubiera decidido quedarse algunos años más con el fin de seguir día a día las evoluciones de Devin y tutelarle personalmente.

No obstante, no parece esta la opción más real, pues por la cabeza de KD pasa ganar el anillo a toda costa, realizando todo cuanto sea necesario para conseguirlo.

Conclusión

Una hipotética selección de Devin Booker en Oklahoma hubiera dejado a los Phoenix Suns sin su mayor exponente hoy día. El escolta es la cabeza de la reconstrucción y posiblemente sin él todavía no hubiera hecho aparición ni el más mínimo ápice de luz en el túnel en el que se encuentran sumidos los de Arizona.

Sin embargo, en OKC no hubieran cambiado demasiado las cosas en un presente inmediato. Disfrutarían de un escolta joven, con proyección, pero todavía sin galones ni experiencia para hacer frente a la guerra que suponen los Playoffs.

 

 

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