Yogi Ferrell fue un soplo de aire fresco para unos Dallas Mavericks que llevaban una dinámica de resultados y de ánimo negativa. Fue un «llegó, vio y venció» en toda regla, habiendo sido candidato a jugador de la semana tras sus primeros partidos como mavericks. Además, recibió el premio de Rookie del mes de marzo en el Oeste.
Su irrupción sigue presente en muchos medios, colocando al pequeño base entre los candidatos tanto para el ROY (dentro del TOP10 de todas las previsiones) como de cara a los mejores quintetos de novatos de la temporada ya que, en este caso en concreto, varios medios fuera de Dallas e importantes (CBS Sports, NBC Sports, el Chicago Tribune y ESPN) colocan a Yogi Ferrell como base en el segundo All-Rokie Team.
Y la verdad que los aficionados de los Mavs no deberían pedir mucho más para su joven promesa, ya que su irregularidad —y no haber jugado casi media temporada— le hace haber sumado menos méritos que otros exteriores como Brogdon en los Bucks o Buddy Hield en los Pelicans/Kings.
Ahora, los Dallas Mavericks deben decidir qué camino debe seguir la progresión Yogi Ferrell y si confiarle las riendas del equipo como titular, utilizarle como revulsivo desde el banquillo o incluso si prescindir de sus servicios.