La estresante temporada rookie de Malik Beasley

Ha destacado en la D- League
El escolta no ha contado con muchos minutos. Foto Alex Güell (SB)

Tras la elección de Jamal Murray por parte de Denver Nuggets en la séptima posición del draft del 2016,  no tenía mucho sentido la elección de un nuevo escolta – Malik Beasley – con el pick 19 para un equipo como el de Colorado, que ya contaba en sus filas para cubrir la posición de “2con jugadores de gran nivel como el prometedor Gary Harris o el energético Will Barton.

A pesar de ello, la franquicia decidió apostar por él e incluirle en su roster definitivo, aunque era evidente que iba a disponer de muy pocos minutos sobre la cancha para demostrar sus indudables condiciones para la práctica del baloncesto.

Tras su exitoso paso por la Universidad Estatal de Florida, donde jugó una sola temporada, promediando 15,6 puntos, 5,3 rebotes y 1,5 asistencias por partido (fue incluido en el mejor quinteto freshman de la ACC), Malik Beasley decidió presentarse al draft a sabiendas de que entraría en el sorteo con jugadores con los que compartía posición como Buddy Hield, su actual compañero Jamal Murray, Denzel Valentine o Caris Levert, con más nombre y posibilidades de ser elegidos por delante del de Atlanta.  Quizás, si hubiera esperado un año más manteniendo su progresión, hubiese podido aspirar a una posición entre los diez mejores en el 2017, lo que le hubiese supuesto un mejor salario y más posibilidades de tener minutos de juego.

Al empezar su primera temporada con los Denver Nuggets, debido a las bajas de Harris y Barton, Malik contó con minutos en la cancha durante el primer mes de competición (jugó en 8 de los 17 primeros partidos), pero una vez recuperados éstos de sus respectivas lesiones, Mike Malone le sacó de la rotación considerándolo el cuarto escolta del equipo tras los dos anteriormente nombrados y Jamal Murray.

Ante este panorama, para que pudiese jugar y no cortar su progresión, Tim Connelly, con el visto bueno de su dirección deportiva, decidió enviarlo a la D-League, en la que disputó para los Sioux Falls Skyforce de Dakota del Sur un total de 16 partidos.

Que un jugador novato juegue en una liga de desarrollo es algo habitual en cualquier deporte profesional americano, pero lo raro en el caso del escolta de los Nuggets es que fue constantemente reclamado por los del Pepsi Center, debido sobre todo a las lesiones, viajando de Dakota a Colorado y viceversa hasta en doce ocasiones, lo cual debería resultar desquiciante para un jugador sin experiencia en estas lides.

Aún así Malik Beasley se acopló perfectamente a la disciplina de los de Sioux Force, con los que realizó una estupenda campaña, promediando 18,9 puntos, 7,6 rebotes y 2,6 asistencias, con un fantástico final de temporada, en el que disparó sus cifras (en sus cuatro últimos encuentros) hasta los 23.5 puntos, 10.5 rebotes y 4.5 asistencias por partido.

Preguntado el rookie por su temporada, manifestó lo siguiente:

“ Fue frustrante ver a mis compañeros novatos – Juancho (Hernangomez) y Jamal (Murray) – jugando (para los Denver Nuggets) y estar yo fuera; me dolió mucho», dijo Beasley. 

Pero lo más destacado de su temporada fue cuando, ya con Denver Nuggets eliminado de la lucha por los play-offs, Mike Malone decidió dar minutos a sus jóvenes jugadores en los dos últimos partidos de liga, en los que Malik jugó una media de 36 minutos por partido, promediando 16,5 puntos con un excelente 48,2% en tiros de campo.

Preguntado sobre este final de curso, manifestó con alegría lo siguiente:

“Siento que puedo jugar en esta liga. He estado trabajando muy duro para llegar a este punto. Y sólo poder jugar fue una increíble recompensa para mí”.

Esperemos que el risueño jugador pueda contar con minutos en Denver Nuggets (o en cualquier otra franquicia), y pueda seguir progresando como jugador la próxima temporada.

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