Cada verano, la mayoría de los jugadores de la NBA —sobre todo los medianamente jóvenes y sin un puesto asegurado— dedican sus días de vacaciones no solo para descansar, sino también para entrenar duro y mejorar en algunas de sus habilidades más débiles. Y, de cara a este verano de 2017, Dwight Powell será uno de estos jugadores.
Tras una temporada muy irregular y que, tal vez, lo ha puesto en el alambre de cara a un posible trade; el canadiense pretende aprovechar su tiempo en la pista de entrenamiento para, por ejemplo, mejorar su lanzamiento de 3, algo vital en esta NBA moderna:
«Eso —el lanzamiento desde el triple— es uno de los focos y estoy centrado en mejorar mi rango y continuar desarrollando mis facetas de juego ofensivo y defensivo. Es un proceso largo y debo seguir trabajando en ello».
Dwight Powell se muestra confiado de cara a su concentración en estas sesiones de entrenamiento ya que, a diferencia de hace un año, el interior solo piensa en el baloncesto y no en cual es el mejor contrato que puede conseguir en la agencia libre, algo que afecta por muchas horas extras que puedas entrenar.
«Puede ser una distracción. Es algo que, obviamente, existía y era algo que debía ser considerado y en lo que piensas, pero no afectó a mi tiempo en el gimnasio«.
A diferencia de lo que se puede pensar, Dwight Powell no está decepcionado por las oportunidades que le ha dado Rick Carlisle durante esta campaña, aunque sí que esperaba mucho más de su participación.
«Obviamente, tenía expectativas más elevadas para mí y quería a este equipo a ganar más. El récord no era lo que esperábamos, no era lo que esperaba».
Ahora, la pelota está en el tejado del canadiense, su mejora puede suponer un ascenso o un descenso en sus minutos de juego en un equipo donde, con solo unos meses de diferencia, Powell ha pasado de ser uno de los más jóvenes a un jugador con medio roster más jóvenes que él.