En el mundo del deporte, la figura del entrenador-jugador es más habitual de lo que puede parecer, sobre todo a medida que descendemos en el nivel de la categoría. Pero este no es el caso de J.J. Barea, no será un entrenador que ayuda como jugador a su equipo, sino un jugador que, por un tiempo limitado, cogerá las riendas de un equipo totalmente diferente al suyo.
Los Indios de Mayagüez, equipo de la liga de baloncesto de Puerto Rico, anunció con un comunicado el fichaje, hasta final de temporada, del todavía base de los Dallas Mavericks como entrenador de su primer equipo, una escuadra que ocupa la última posición de la tabla.
Esta firma no habría sido posible sin el visto bueno de Mark Cuban, que permitió a Barea poder «regresar» a la liga que le vio nacer como promesa del baloncesto a los 16 años pero, esta vez, como uno de los mejores jugadores boricuas en la historia. Además, su debut lo realizará ante el equipo que, hace 16 años, le hizo debutar: Leones de Ponce.
Esta noticia es una muestra más del compromiso que tiene J.J. Barea con el baloncesto de su país, siendo el habitual líder de la selección nacional verano sí y verano también y yendo allí siempre que puede.
¿Habrá recibido algún consejo de Rick Carlisle? ¿Será esta la primera piedra de la que puede llegar a ser la carrera de un gran entrenador? Lo único claro, a parte de la dificultad del reto que asume, es que el base de los Mavericks tendrá un compromiso máximo a juzgar por el carácter visto en la NBA.