En 2016, bastó con unos LeBron James y Kyrie Irving descomunales para poder batir a Golden State Warriors. Pero, como vimos en el Game 3 de estas Finales, este año no vale ‘sólo’ con eso. Se necesitaba que los demás integrantes del quinteto titular dieran un paso al frente y contribuyeran de una vez por todas de acorde a lo que se espera de ellos. Ayer ocurrió, y los Cavs se mantienen con vida.
Uno de los más criticados hasta la fecha había sido Tristan Thompson, que llegaba al Game 4 con unos paupérrimos 8 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias en total, una de las claves de las tres victorias seguidas de los Warriors. Durante esos días fue objeto de crítica y burla por parte de exjugadores como Charles Barkley, así como de muchos aficionados. Sin embargo, Thompson se mantuvo en silencio, concentrado en recuperar su nivel y ayudar a su equipo. Y en el todo o nada que suponía para Cleveland este Game 4, el pívot terminó con 5 puntos, 10 rebotes (4 ofensivos) y 5 asistencias. Es decir, cifras cercanas a lo que había hecho en los anteriores tres partidos de la serie.
Todo ello no pasó desapercibido para LeBron James, que quiso valorar positivamente el partido de su compañero y amigo. Protegiendo la zona, evitando segundas oportunidades del rival o concediéndoselas a tu propio equipo, es la única forma de poder remontar. Y James lo sabe:
«Thompson es una pieza fundamental en nuestro puzzle. Ha sido clave en esta etapa exitosa de los últimos tres años.»
«Ellos estuvieron muy bien durante los primeros partidos al neutralizar lo que mejor sabe hacer, conseguir el rebote ofensivo y darnos posesiones extra. Fueron días muy duros para él, pero no se vino abajo. Ha aparecido cuando más lo necesitábamos«.
Si Tristan Thompson, al igual que Love o J.R., se mantienen igual de enchufados que en este último partido, quién sabe lo que nos puede deparar todavía estas Finales.
Los Cavs necesitan a Tristan Thompson como el comer. Es clave para la supervivencia de la serie.