Summer League: dos derrotas para los Lakers

Como todos los inicios de Summer League, el de los Lakers ha estado cargado de presión y miles de ojos puestos en los rookies seleccionados en el Draft. Y sin duda alguna, la estrella del fin de semana en las Vegas ha sido Lonzo Ball, flamante número dos y llamado a ser el líder del equipo del oro y púrpura. Y fue estrella tanto por lo bueno y por lo malo, ya que ha vivido las dos caras de la moneda, los insultos y alabanzas. Además, otros como Brandon Ingram, que solo jugó el primer partido ya que se lesionó y no volverá a jugar el resto de la competición, Kyle Kuzma o Thomas Bryant, dejaron destellos del tipo excelente de jugadores que pueden ser. Las dos derrotas, eso sí, empañan en cierta parte las buenas sensaciones generales.

Partido 1: Los Angeles Clippers 96-93 Los Angeles Lakers

Primer partido de Summer League y primera prórroga entre angelinos. El nombre propio del partido para los Lakers fue indiscutiblemente Brandon Ingram. Demostró estar más ágil, rápido y fuerte que hace un año, y con una confianza sin techo enorme. Lo hizo todo para su equipo, penetrar, tirar de 3 y defender. 26 puntos, 3 asistencias, 3 robos para un 9/17 en tiros de campo. Se le vio superior a todo jugador en la cancha (excepto quizás a Brice Johnson, jugador de los Clippers, que bordó un partidazo de juego interior). Tiró del carro en los peores momentos e incluso intentó el Game Winner, pero no le salió y además, se lesionó y Magic Johnson apostilló que no jugaría más en la liga. Una pena, porque hubiéramos disfrutado muchísimo de él y su liderazgo.

En cuanto a Lonzo Ball, el chico del que todos hablan, hizo un partido muy pobre en tiros de campo, con un 2/15. Sin embargo, dejó pequeñas luces de lo que mejor hace, que es hacer que corra el balón, dirigiendo contraataques con primeros pases y un par de buenas asistencias, que en total sumaron 5. La presión era enorme y no estuvo a la altura de las circunstancias.  Eso sí, en la primera jugada él y Brandon Ingram dejaron un alley-oop que deja clara una gran asociación para los próximos años.

El novato que mejores sensaciones aportó fue Thomas Bryant, un 2.13 con capacidad de tirar triples e intenso en la pintura. Dejó 13 puntos y 5 rebotes, generando mucha intensidad en el poste bajo y con algunos mates en contacto bastante impresionantes. Josh Hart, el número 3o del Draft, apenas dejó vislumbrar nada reseñable, y el que sí que dejó algunos aportes fue Kyle Kuzma, que demostró ser ese jugador versátil que Rob Pelinka y Magic querían incorporar.

Jugadores de segundo año como Ivica Zubac (más cosas negativas que positivas en ambos lados de la pista) o David Nwaba, no mostraron su mejor nivel, mientras que el MVP de la G-League Vander Blue, lo intentó por todos los medios con poco éxito y estando muy fallón. 

En cuanto al juego de los dos equipos, que fue bastante soporífero por ambas partes, Los Angeles Lakers dominaron de cabo a rabo el partido, hasta que los Clippers, con la enorme ayuda de Johnson y Thornwell, se impusieron para llevarse el partido a la prórroga y allí ganarla. Con Ingram ya fuera del partido, demostraron estar por encima de los Lakers.

Partido 2: Boston Celtics 86-81 Los Angeles Lakers

En el segundo encuentro de la Summer League, se enfrentaban el número 3 y el número 2 del Draft respectivamente y las espadas estaban en todo lo alto. Y ninguno de los dos decepcionó a nadie. Lonzo Ball se rasgó las vestiduras y aportó un triple doble de 11 puntos, 11 asistencias y 11 rebotes, demostrando una visión de juego impresionante, con un sinfín pases con mucha intención y moviendo al equipo. Aunque el tiro tampoco le surtió demasiado efecto, se mostró más agresivo hacia canasta y en caso de no poder penetrar, doblando al jugador más desmarcado. Magic y Pelinka sonreían y asentían en la grada, «éste es el jugador que elegimos para liderar el equipo». Por el lado de los Celtics, Jayson Tatum estuvo colosal con 27 puntos y dejando claro que es ya un jugador de NBA, que va adelantado a su hornada.

El máximo anotador del partido fue Kyle Kuzma, que estuvo intratable. Anotó 31 puntos desde todas las posiciones posibles, dando un clínic de polivalencia a sus defensores y demostrando que puede hacerse un hueco en la rotación de los Angeles Lakers aportando cosas diferentes a lo que ya tienen. Además, anotó cinco triples, que dada la falta de anotación exterior, es un pequeño oasis en el desierto de Las Vegas. Incluso cogió 9 rebotes, cogiendo las riendas de los interiores.

El que también estuvo a la altura en el partido fue Josh Hart, que anotó 15 puntos, la mayoría en penetraciones, trayendo un coraje excelso al juego exterior. David Nwaba dejó grandes defensas (es su sino) y las complementó con un buen partido en ataque, para al final llevarse 13 puntos a su casillero. Eso sí, al final del partido, en un salto, se hizo un esguince de rodilla que seguramente le deje fuera también del resto de partidos junto con Ingram.

Zubac mejoró su aportación, pero sin embargo, sigue estando por debajo de su máximo, estando bastante perdido en la cancha. El resto de jugadores aportaron poco o nada, y si hay que destacar algo, es la presencia de Dozier, jugador no drafteado firmado por los Lakers.

El partido de nuevo fue dominado casi en exclusiva por los jóvenes Lakers, pero a partir del final del tercer cuarto, se desinflaron, y los Celtics, con Tatum, Jaylen Brown y Abdel Nader comandando a los suyos, dieron la vuelta y ya no se deshicieron de la ventaja hasta el final del partido.