Kwame Brown fue uno de los prospects más prometedores de todo el país mientras jugaba en la escuela secundaria. Su capacidad para atrapar rebotes y taponar tiros le dieron la confianza para presentarse al Draft del 2001 antes de pasar por la Universidad.
El estado de Georgia lo nombró como el mejor jugador, por lo que Michael Jordan (en esos momentos presidente) y Doug Collins, lo eligieron como número 1 del Draft bajo el lema «Si me elegís, nunca os arrepentiréis«.
Aunque su carrera duró 12 años, en los que pasó por siete equipos, Brown no llegó a un punto culmen en su juego, entre otras cosas por no aguantar la presión que tenía sobre sus hombros. En cambio, siempre será recordado como un tipo que no cumplió con su hype inicial al promediar 6.6 puntos, 5.5 rebotes y 0.6 tapones por partido.
Sin embargo, estadísticas aparte, Kwame Brown siempre tendrá una espinita clavada en su último año de carrera en los Philadelphia 76ers, ya que según él, el equipo médico de Philadelphia no diagnosticó su lesión final de carrera.
«Tuve lo que se llama un fractura por avulsión donde el tendón de la corva desgarra un trozo de hueso», dijo Brown a Bonsu Thompson, de Bleacher Report. «Estaban trabajando conmigo todos los días, pero me diagnosticaron mal. Me dijeron que tenía una leve lesión en el músculo isquiotibial. Me quedé helado cuando debí haberme operado para volver a jugar».
¿Si su diagnóstico hubiera sido correcto habría extendido su carrera NBA? es discutible. En sus 12 temporadas Brown promedió dobles dígitos en puntos una sola vez, y nunca logró hacer dobles dígitos en rebotes.
Su carrera fue decepcionante, y probablemente en 12 temporadas no pudo ni empezar a una carrera a su altura en la NBA. Ahora, ha vuelto a recuperar la ilusión por el baloncesto al estar inscrito en el torneo BIG3 dentro del equipo Monsters junto con Jason «White Chocolate» Williams. Parece estar teniendo cierto éxito con su nuevo equipo, y estar divirtiéndose, que es lo que más le importa al jugador retirado.
Esos médicos le hicieron un favor a la NBA y sus fanáticos
al librarnos de ver ese paquete en las canchas
Y muy en especial a Michael Jordan que vivirá
Toda su vida arrepentido por haberte seleccionado