Durante los veranos de la NBA las estrellas que tienen una plaza asegurada en los equipos quieren mejorarlas. Este es el caso que nos atañe hoy, pero con algunos detalles un poco controvertidos. Estamos hablando de Andrew Wiggins y su contrato con la franquicia de Minnesota Timberwolves. Un contrato que ha sido satisfactorio pero que ha dejado alguna baja en su camino.
Buscando un gran contrato
A lo largo del verano el contrato del joven alero de los T-Wolves ha estado presente, ya que estaba buscando un aumento del mismo. Por esta razón su (ahora) ex-agente Bill Duffy ha estado todo el verano conversando con las directivas de los de Minneapolis.
Tras el mes de julio ESPN anunciaba el acuerdo concretado y que el jugador había aceptado. Se trataba nada menos que de 5 años en la franquicia con un presupuesto de 148 millones. Aunque todavía no había firmado tanto jugador como agente se presentaban contentos ante tal situación. Una vez llegado mediados de agosto tanto el jugador como la franquicia acordarían la reunión para llevar a cabo la firma.
Despido tras firmarlo
La sorpresa de esta historia acontece justo después de lo que estaba resultando tan idílico. Y es que nadie esperaba que tras la firma de este contrato, que tanto había costado conseguir, Andrew Wiggins despediría a quién le había traído hasta allí.
Bill Duffy quien ha sido agente de Andrew Wiggins durante estos últimos 3 años, ha dejado de serlo y se encuentra ahora mismo a la espera de recibir su comisión por el trabajo realizado. Según estipula la NBPA si el contrato ha quedado firmado, aunque el agente haya sido despedido, se le dará su parte proporcional, ya que ese contrato es debido a su trabajo.
Ante cualquier duda de todo esto una cosa es segura: Andrew Wiggins tiene su contrato máximo.