Jordan Crawford es este año, sin duda, una pieza clave en la rotación de los New Orleans Pelicans. Tras haber renacido completamente el pasado curso habiendo sido rescatado de la liga China, este año es de los pocos anotadores con los que cuenta la franquicia de Louisiana. Y parece que el jugador entiende a la perfección lo que se espera de él.
Asentado ya en el equipo, Jordan mira más allá de las aportaciones mínimas y quiere dar un paso más allá de lo que se espera de él. Hace poco ha declarado que no le hace ascos a nada y se plantea, incluso, el ser mejor sexto hombre del año:
«Para ser honesto, si tengo la oportunidad, voy a hacer una gran temporada», dice para Hoops Hype. «¡Soy honesto contigo! No estoy tratando de ser pretencioso. En toda mi carrera, nunca me han dado un papel regular. Cuando me volví a más de diez puntos, era todo para mí: lo hice sin tener un papel definido y regular cuando uno no creía en mí. Si me das la oportunidad, no sabes lo que eso significa. Será muy motivador».
Sin duda, a Crawford nadie le va a quitar sus 20-25 minutos en pista al ser de los pocos anotadores puros que hay en un equipo que se ha reforzado, sobre todo, de cara a un aspecto defensivo que a priori ya dominaban. Se espera que, por sus capacidades, pueda emerger desde el banquillo cómo un anotador compulsivo, tal y cómo vimos el año pasado ya:
«Si tengo la oportunidad, el trofeo de sexto hombre del año es un objetivo», asegura. «Si tengo esa oportunidad, apuesta a mí ahora. Pero haré lo que el equipo espera de mí. No sé si eso es lo que se me pedirá y el equipo obviamente va primero. Sólo sé que puedo sacar puntaje del banquillo y darle al equipo ese impulso ofensivo que necesitaremos a veces».
Jordan Crawford es, sin duda, una de las esperanzas este año en NOLA. Lo avalan sus 14,1 puntos, 3 asistencias, 48,2 % en tiros de campo y su 39 % en tiros de tres del año pasado en 19 partidos, donde disputó algo más de 23 minutos por encuentro.