Mucho se ha hablado del reencuentro entre Brad Stevens y el que fuera su pupilo en la universidad de Butler, Gordon Hayward. Tras un periodo de tiempo en el que Hayward no paraba de «lanzar fichas» a los Boston Celtics, por fin llegó la ansiada Agencia Libre. Por mucho que quitara importancia el hecho de que su antiguo entrenador perteneciera al destino escogido, nadie duda que influyó mucho en su decisión final.
Brad es alguien cuya mente excepcional deja huella en sus jugadores. Y Gordon no iba a ser menos. Es cierto que han pasado 7 años desde su despedida, pero no puedes decir que el primer entrenador que te dijo que podías llegar a ser profesional no influyó en su elección. Lo mismo era una forma de colocarse en una posición equidistante entre los que eran sus tres pretendientes. Y algo que puede confirmar la teoría es la foto que subió en su Instagram en la que salía con Brad.
SIEMPRE NOS QUEDARÁ BUTLER
Para analizar esta relación, hace falta ir al comienzo de esta “historia de amor”. Todo empezó cuando Brad Stevens tomó en 2007 las riendas de los Butler Buldogs. Como su entrenador jefe ganó 30 partidos en su primera temporada cayendo en la segunda ronda de la NCAA. El problema era claro. Necesitaban una estrella.
Fue entonces cuando uno de los asistentes de Stevens, Terry Johnson, se fijó en un chaval flaco y bajito. Según él, su único talento discernible en la NBA fue «movimiento lateral sobresaliente». Entonces el joven muchacho, que resultó ser Hayward, aceptó la solicitud de Butler.
«Cuando Gordon se comprometió, fue como, ‘Genial, tenemos un buen jugador'», dice Johnson. «Luego vino a entrenar y dijimos, ‘Tenemos más de lo que probablemente pensamos‘».
Parecía que el joven tenía talento, y Brad vio el potencial que guardaba en su interior. Y vaya si lo demostró. Gordon se convirtió en una estrella promediando 13,1 puntos y 6,5 rebotes en su primer año. Fue incluido en el mejor quinteto de la Horizon League y nombrado mejor rookie de dicha conferencia. Aunque cayeran en primera ronda contra Louisiana State University.
Pero esto no hizo más que empezar. Debido a que el destino de nuestros protagonistas era llevar a Butler a la final de la NCAA por primera vez en toda su historia. Una hazaña que era una locura en su momento. No era más que un sueño. Así que continuemos con nuestra película.
LA GRAN FINAL
En este momento cambiamos de género fílmico. Dejamos la historia de amor y pasamos a la épica. No, mejor la típica película ochentera en la que un joven talentoso y su maestro logran ganar un torneo deportivo superando cualquier obstáculo por muy imposible que sea.
Era el año 2010, y verdad es que los Bulldogs de Butler no eran considerados un equipo que pudiera alcanzar si quiera los playoffs. Sin embargo, a base de esfuerzo y defensa, nuestra cenicienta consiguió superar cada desafío hasta alcanzar la ansiada final.
Butler dejó a la afición universitaria con la boca abierta al ganar a Kansas 56-63 en la final regional. Se adjudicaron un billete a la Final Four de la NCAA. Un joven Gordon Hayward dejó su marca en el partido con 22 puntos y 9 rebotes.
La historia de superación no se acabó en la semifinal. Hayward anotó 19 puntos y otros 9 rebotes para otorgar a su equipo la victoria frente a Michigan State (52-50). La ansiada final del 5 de abril del 2010 estaba allí. En frente estaba el mejor equipo de toda la NCAA, los Duke Blue Devils, con uno de los mejores estrategas del país, Mike Krzyzewski, y un trio con un enorme talento, Nolan Smith-Jon Scheyer-Kyle Singler. Nuestra historia ya tiene antagonista.
Fue un partido de película. Cada vez que Duke conseguía sacar ventaja, Butler decidía responder. Un partido muy igualado, llevándonos a una recta final con un marcador de 59-60 a falta de 13 segundos. Hayward, quien no había tenido un buen día, frente a Singler, quien había sido el mejor del partido hasta entonces. El balón estaba en manos del de Indiana y consiguió superar por velocidad a Kyle. Sin embargo, Brian Zoubek mermó el tiro. Después el mismo Brian sufrió una falta, acertando el primer tiro libre y fallando el último. Es en ese momento cuando Gordon recoge el rebote y corre a la desesperada al campo contrario con el balón, el reloj marcaba las últimas milésimas de segundo y Hayward consigue armar un tiro a mitad de campo. Parecía que la historia se repetía. Años atrás, Gordon se alzó como héroe del que fuera su instituto, Brownsburg, anotando la canasta de la vicoria en la final estatal de Indiana en 2008. Pero no se repitió. El aro impidió la ansiada canasta tras un rebote en el tablero. Duke se convierte en el campeón de la NCAA de 2010.
Esto no es una película, es la vida real. Hayward acabó como máximo anotador del equipo con 12 puntos con un 2/11 en tiros (0/3 desde la línea de triple) y 8 rebotes. Pero esto no es un final del todo dramático. El joven se dio a conocer al mundo y ese mismo año fue el pick #9 del Draft, seleccionado por los Utah Jazz.
LA DESPEDIDA
Lamentablemente siempre llega el momento en el que tenemos que decir adiós. Hayward comenzó su camino en la NBA y cabe destacar que Brad le ofreció su ayuda para aconsejarle en el draft. Stevens continuó sus andanzas por Butler. Y no contento con la actuación en esa temporada, logró llevar a los Bulldogs de nuevo a la gran final. Sin embargo, volvió a caer.
Y como siempre, la historia está condenada a repetirse. En la Free Agency de este verano, Brad necesitaba de una estrella para conseguir un proyecto que consiga acabar con la dictadura de Cavaliers y Warriors (o al menos tomarles el relevo). Y Gordon respondió a su llamada.
Ambos han madurado desde la última vez. Uno logró comandar el equipo de la franquicia más laureada de la historia, y el otro se convirtió en una superestrella en Utah siendo All-Star este año. Las expectativas de ver cómo funciona este reencuentro son altísimas. Porque tienen una cita pendiente con la historia.
Cuando llego GH al equipo hubo sensaciones agradables, porque se nota que es un jugadorazo sin mucha pompa, efectivo y que ayudaria a mejorar al equipo…pero tenia una mala sensacion cuando llego Irving, sabia que era un gran jugador, pero no tenia esa alegria que podria causarme, mas sacando de la forna que se saco a IT y Crowder, sobretodo por lo que estos le habian dado al equipo…y todo lo resumia Ainge a que esto es un negocio…pues el negocio que le costo a Ainge $ 128, 000,,000’00 ayer se le quebro la tibia y apunta a que no jugara el resto de la temporada y quiza hasta mas…toma tu negocio Ainge…mal por Gordon, no se le desea a nadie algo asi, cuando lo veia no lo podia creer, tenia un nudo en la garganta que dolia mucho…que Dios bendiga a Gordon…