Los preparadores físicos de los Milwaukee Bucks están haciendo algo mal, y no empro mis palabras con un fin totalmente despectivo, sino desde la crítica y la indignación de un aficionado medio del conjunto de Wisconsin. Pues de nuevo se lesiona una figura bastante importante en el roster, como es la de Greg Monroe, algo que ya empieza a preocupar, aunque en esta ocasión solamente serán dos semanas de baja. Ya que el interior ex de los Pistons tiene una lesión muscular en la pantorrilla izquierda, la cual puede estar causada por la poca rotación de Jason Kidd, que en numerables partidos parece que solamente juega con ocho jugadores, lo que agota a los mismos.
Otra causa podría ser también el cambio de apenas jugar, o jugar sin intensidad, a tener un arranque tan exigente como el que están teniendo los ciervos. En la directiva deberían de hacer un poco de autocrítica y cavilar porque ocurren ciertas cosas, sin ir más lejos, en Miami, los Heat les hacen a los suyos una preparación física casi militar, mientras que nosotros sufrimos muchas lesiones a principio y a mitad temporada, cosa que condiciona el equipo. No obstante, sí hemos visto como aquellos que se interesan por mejorar su físico terminan por conseguirlo, y hacerse de hecho más inmunes a las lesiones, el ejemplo de Giannis Antetokounmpo.
La parte buena, o mejor dicho menos mala de la lesión de Monroe, es como Kidd la aprovechará para gradualmente incluir a D.J. Wilson, costumbre ya en los Bucks, que los novatos vayan de menos a más facilitando su adaptación. En este aspecto, muchas ganas de ver la mejoría de Maker con más minutos también, y sobre todo saber si sabe aguantar a gran nivel defensivo más de 30 minutos por noche y controlarse en las faltas. John Henson también verá incrementados sus minutos.