Brad Stevens, la joya de los Boston Celtics

El entrenador de Boston es su activo más importante
Brad Stevens lleva cuatro años como entrenador de los Boston Celtics. Foto: Bradjward (CC)

Ni Kyrie Irving, ni Jaylen Brown, ni Jayson Tatum. Ni Gordon Hayward, quien podría serlo perfectamente en la mayoría de equipos hasta sin su pierna izquierda. El activo más importante de los Boston Celtics se llama Bradley Kent Stevens. Brad para los amigos. Stevens ha estado presente desde la demolición absoluta del equipo del Big Three hasta la construcción de la plantilla de hoy, repleta de jugadores que están dando que hablar y, más importantemente, darán que hablar en los años venideros.

53 jugadores han pasado por las filas de los Celtics desde que el exentrenador de la Universidad de Butler decidiera aceptar la oferta de Danny Ainge en julio de 2013. El general manager de Boston confió en él para la dura tarea de levantar a un equipo que afrontaba una etapa de transición tan dolorosa como necesaria. Su éxito en esta misión se antojaría imposible para casi cualquier entrenador joven sin experiencia en la NBA. A su vez, hace que no sea ninguna locura afirmar que Stevens es la pieza más importante de la franquicia hoy en día.

Mientras que no es ajeno al éxito -o, al menos, a sus mieles-, aún no sabe lo que es llegar a unas Finales de la NBA. Circunstancias mayoritariamente ajenas a él le han impedido alcanzarlas. Normalmente, a un entrenador se le requieren títulos y apariciones en Finales en su currículum para que sea aceptado como miembro de pleno derecho de la élite. ¿Qué ha hecho Stevens para labrarse un nombre en la cumbre de los banquillos?

Una pizarra maravillosa

Si Gregg Popovich dice seguir estudiando jugadas que diseñaste cuando tenías cerca de 35 años, tienes talento. Y punto.

En la libreta de Stevens podemos encontrar conceptos simples como generar espacio a base de bloqueos ciegos u otros más complejos que impliquen un tejido de movimientos sin balón. El entrenador de Boston aplica un sistema de juego bastante flexible. De todas formas, sus jugadas de pizarra tras tiempos muertos (after time-out o ATO, de ahora en adelante) son su verdadero punto fuerte. Al contrario de lo que se pueda pensar, no son acciones predestinadas a acabar siempre de la misma forma, con el mismo tiro. Los jugadores aprovechan los huecos que las defensas otorgan. Se valen de distintas alternativas para cada acción ofensiva.

 

Las jugadas del vídeo, evidentemente, no son fruto de la casualidad ni del azar. Un jugador alto utiliza una pantalla de un compañero para recibir el balón tras un pase largo desde la línea de banda. Fuerza a la defensa a centrar su atención en él. Otro bloqueo tendrá lugar en el perímetro. El jugador que sale de él queda de cara al alto previamente mencionado, con uno o dos segundos valiosos para tirar antes de que le pongan una mano encima.

Tres intentos, tres canastas (aunque la última no se vea, lo es). Esto, de todos modos, no es lo que hace falta destacar. A pesar de que anotar es siempre el objetivo, no debe ser el baremo con el que se mida el valor que tiene una jugada. Se ha repetido hasta la saciedad que un tiro anotado desde medio campo no es analíticamente una buena jugada. No puedes confiar en ese tipo de tiros para conseguir parte de tus puntos. Avery Bradley tuvo suerte. Eso no es lo que convierte a la acción en una gran jugada, sino el tipo de tiro que genera.

 

Nylon Calculus tiene un dato interesante: las ATO promedian 0.836 puntos por posesión. Esto quiere decir que son ligeramente menos eficientes que jugadas de ataque en estático. Que los Celtics consigan serlo en esta categoría es un signo más de la maestría que Stevens posee en ella.

Hacer más con menos

En general, los equipos de la ‘época Stevens’ han excedido las expectativas. En su primer año, el equipo estuvo dos partidos por debajo de lo esperado, pero en un contexto de tanking y reconstrucción. A partir de entonces, todas las plantillas vieron su potencial maximizado. Esto no habría sido posible sin el cuerpo técnico.

Los grupos comúnmente llamados overachievers, aquellos que rinden por encima de sus posibilidades, tampoco se dan por casualidad. Indagaremos más adelante en el sistema ofensivo de Stevens. Está centrado en las fortalezas y debilidades de sus jugadores. La combinación de las primeras puede esconder las segundas.

Tomemos como referencia las predicciones de las casas de apuestas de Las Vegas. Cada año hacen público números de victorias para cada equipo. Observemos la relación del récord de los equipos de Brad Stevens con el que se estimó de ellos antes de cada temporada.

Predicciones de Las Vegas en rojo; récord de los Boston Celtics en verde. (Javier Merino)

Anécdota: Jordan Crawford fue nombrado Jugador de la Semana de la Conferencia Este en diciembre de 2013. En un espacio muestral reducido, promedió 23.3 puntos y 6.7 asistencias. Firmó un gran encuentro ante los New York Knicks. Fue traspasado a los Golden State Warriors en enero. Tras jugar una temporada allí, estuvo dos años en China antes de regresar a la liga con los New Orleans Pelicans. Correlación no implica causación, pero es curioso. Crawford dice estar muy agradecido a Stevens y lo cita como parte importante de la salvación de su carrera.

(No quería que te traspasaran, Jordan.)

 

Los Boston Celtics de la temporada 2016/17 tenían un quinteto titular con tres jugadores elegidos en la segunda ronda del Draft: Isaiah Thomas (60ª), Amir Johnson (56ª) y Jae Crowder (34ª). La posición del Draft no siempre va de la mano del talento, pero es indicativa de que, en resumidas cuentas, Stevens ha demostrado poder encontrar valor en piezas ignoradas por otros.

Sistemas ofensivos flexibles pero precisos

Stevens se encarga de conocer profundamente los puntos fuertes y débiles de sus jugadores. Necesita estar informado sobre ellos para elaborar un esquema que pueda integrarlos de forma eficiente.

Un entrenador puede (y suele) tener sus principios en lo referente a cómo quiere jugar. Pero jamás debe llevar esa idea al extremo independientemente del personal con el que cuente. El entrenador de Boston comprende eso a la perfección. Por ello, aunque podamos ver las mismas jugadas de banda a lo largo de los años, siempre iremos viendo novedades en el ataque durante el transcurso del partido.

En el momento en que Kyrie Irving fue traspasado a Boston, muchos dudaron de su hipotética adaptación al sistema de los Celtics… en vez de interpretar que el sistema, por supuesto, se regeneraría con la entrada del ex de Cleveland.

Brad ha ido buscando la eficiencia y el movimiento de balón desde que entrena al equipo. Un indicador puede ser la diferencia en asistencias por partido entre su primer año (21.04, 23º en la liga) y su última temporada completa (25.23, 4º en la liga). También fueron cuartos los Celtics esta última campaña en aspectos como triples anotados, faceta en la que, como casualidad, también estaban en el puesto 23º en el año 2014. 19 puestos de diferencia en apartados que suelen tener una correlación fuerte con el éxito del equipo en cuestión.

El año pasado, y a pesar del hero ball de Isaiah Thomas en los últimos cuartos, los Celtics fueron segundos en varios apartados: más pases por partido (325.3), más asistencias (25.2) y más asistencias secundarias (6.8). Entiendo que la estadística avanzada puede ser algo árida. De todos modos, dice mucho de los Celtics del 2016/17 que hayan sido los únicos capaces de mirar a los ojos a los Golden State Warriors en términos de movimiento de balón.

El baloncesto evoluciona, y el sistema de Stevens evoluciona con él.

Conclusión: ¿es Stevens un entrenador top-3?

No me gusta poner a los jugadores en clasificaciones. Mucho menos a entrenadores. Es muy complicado cuantificar la valía de estos últimos. Se puede intentar, y este análisis es la prueba, pero no por ello deja de ser complicado.

Evidentemente, en cuanto a títulos y reconocimiento, no lo es. Sus Finales de Conferencia y su puesto en el All-Star Game del 2017 tienen su mérito. No obstante, hay seis entrenadores en nómina en la temporada 2016-17 con al menos un anillo: Gregg Popovich (cinco), Steve Kerr (dos), Erik Spoelstra (dos), Rick Carlisle (uno), Doc Rivers (uno) y Tyronn Lue (uno).

Quizás inmerecidamente, tampoco tiene un premio al Entrenador del Año. El año pasado estuvo en la conversación entre la mayoría de aficionados. Sin embargo, ni siquiera estuvo entre los tres finalistas para la NBA.

En cuanto a su capacidad como entrenador, sí puede serlo. Mi opinión personal es que hay dos fijos en el top-3: Gregg Popovich y Steve Kerr. Entiendo que habrá gente que pensará que cualquiera puede ganar con el equipo de Golden State. De todas formas, Kerr me parece el entrenador idóneo para la máquina de la Bahía. El tercer puesto podría ocuparlo cualquiera de entre Rick Carlisle, Brad Stevens, Erik Spoelstra o incluso Mike D’Antoni.

Lo que está claro es que la continuidad de Stevens a lo largo de estos años sería una genial noticia para los Celtics. La simbiosis entre entrenador y equipo es claramente beneficiosa.

Brad Stevens for president, por supuesto.

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Comentarios (2)
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  • marlow

    Es una pena y un gusto tb competir con el posiblemente mejor equipo de la historia( Warriors) en ataque sin duda. No se si estos Celtics saldrán campeones con lo q tenemos enfrente pero de verdad q da gusto ver el trabajo de este equipo. Si teniamos dudas con la marcha del enano, Bradley y Crowder de si perderáimos mentalidad competitiva ved el partido de esta noche en Oklahoma. Perdiendo de 18 y con una defensa de Oklahoma que parecía infranqueable los orgullosos verdes hacen una segunda parte de escándalo para llevarse el partido. Con un Al Hortford imperial 8 (que temporada y que fichaje de Ainge) , Tatum y Brown que nos tienen locos y por cierto para los q dudaban del traspaso de Irving hoy se ha visto una de las grandes cosas en q vamos a ganar con Irving. Después de una primera parte malísima cuando llega el momento de la verdad se marca un partidazo increible ganando entre el y Hortford el partido. Es indudable q Irving atesora más calidad q Thomas para ganar partidos igualados y hoy se ha visto. Que pena q Smart con lo q nos da en defensa siga equivocándose tanto a la hora de tomar decisiones ofensivas y lo peor es q no mejora , Rozier tb tiene este defecto aunque en menor medida. Y vuelvo a decir QUE BUENO ES TATUM Y GRANDE ES AINGE EL MEJOR CEREBRO DE ESTA LIGA CON DIFERENCIA.

  • Marcos Lombao

    Yo situaría a Brad entre los dos primeros, él y Popovich