Después de su exhibición en la Summer League en la que fue nombrado MVP de la misma, cabría esperar que el inicio de Lonzo Ball fuera algo irregular como el de cualquier rookie que tenga que adaptar su juego a la NBA, pero sin dejar de demostrar, al menos, chispazos de su talento. Sin embargo su nivel hasta ahora esta dejando más sombras que luces.
Salvo por su gran partido frente a los Suns en el que hizo 29 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias, el pasado N°2 de draft ha tenido un comienzo bastante flojo sobre todo en el aspecto ofensivo, donde ha estado muy errático desde la línea de 3 puntos y con poca agresividad de cara al aro. Viendo el gran inicio de otros novatos con los que comparte posición como Dennis Smith Jr, Donovan Mitchell o D’Aaron Fox, el mal momento de Ball podría empezar a preocupar a la mayoría de los «Laker Fans»
A pesar de las dudas que pueda causar su desempeño en sus primeros pasos como profesional, el joven Lonzo tiene un espejo en el que mirarse. Una comparación, y es que sus pobres números en sus 10 primeros partidos son prácticamente calcados con los de la leyenda de la NBA y actual entrenador de los Milwaukee Bucks, Jason Kidd. Como refleja en la siguiente tabla, el 2º máximo asistente de toda la historia de la competición, tampoco tuvo un comienzo brillante:
| MIN | PTS | REB | AST | TOV | STL | FG% | 3P% | W-L | |
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Jason Kidd | 35.9 | 9.7 | 6.4 | 6.6 | 2.4 | 2.0 | .362 | .160 | 6-4 |
| Lonzo Ball | 33.0 | 8.8 | 6.4 | 6.9 | 2.4 | 1.1 | .299 | .234 | 5-5 |
Un dato que alimenta un poco más esa comparación que existe entre ambos desde que el mayor de los Ball estaba en la universidad. Obviamente, la relación viene por su similar estilo de juego, al rookie aún le queda muchísimo por demostrar para que se le pueda asemejar mínimamente con el gran Kidd. De todas formas, Ball no ha disputado una cantidad de partidos suficiente como para poder juzgar plenamente su nivel. El ejemplo de Mr. Triple-Doble le puede servir a tanto Lonzo como a los fans para tener paciencia pese al bajo rendimiento del exUCLA y no perder las esperanzas depositadas en el.