Los New York Knicks sufrieron una de las derrotas más dolorosas de la temporada la pasada noche del domingo 21 de enero en el Staples Center de Los Ángeles. Los Lakers derrotaron a la franquicia neoyorquina por 127-107 gracias a las actuaciones de Jordan Clarkson (29 puntos, seis rebotes y 10 asistencias) y Julius Randle (27 puntos, 12 rebotes y cinco asistencias). Además, el conjunto angelino no pudo contar con dos jugadores claves como Lonzo Ball y Kentavius Caldwell-Pope.
El jugador más afectado por la derrota neoyorquina fue Tim Hardaway Jr, que declaró ante los medios la mala actitud del equipo:
“Es muy frustrante ¿Qué visteis ahí fuera? Ellos lo han querido más. No podemos dejar que eso ocurra. No debería ocurrir. Ambos equipos deberían estar compitiendo de forma igualada. Nos hemos enfrentado a un equipo que lidera la liga en ritmo y que le gusta correr la pista. Tenemos que estar listos para ello. Hoy no hemos estado listos”.
El escolta procedente de los Atlanta Hawks por cuatro años y 71 millones fue de los mejores de los New York Knicks con 17 puntos y tres rebotes. Otro que anotó los mismos puntos fue un espeso Kristaps Porzingis, que además atrapó cuatro rebotes y repartió una asistencia. Quien también demostró seguir en gran forma fue Enes Kanter con un nuevo doble-doble de 12 puntos y 14 rebotes. Por su parte, Kristaps Porzingis también reconoció que el equipo no fue capaz de adaptarse al juego de los Lakers:
“Estamos de acuerdo en que no hicimos un buen trabajo ralentizando el juego y hemos caído en el suyo. Ellos han jugado muy bien con el ritmo y nosotros hemos estado perdidos”.
A día de hoy, los New York Knicks se encuentran en una situación muy compleja: fuera de los playoffs y jugando el próximo partido como visitante ante los Golden State Warriors. La franquicia de La Gran Manzana ostenta un balance de 21 victorias y 26 derrotas, por lo que necesita una buena racha de victorias si quiere luchar por los puestos de postemporada en los que se encontraba hace más de un mes.