OPINIÓN | 751 días sin la leyenda de la Mamba

Dos temporadas lleva retirado el veinticuatro de los Lakers

Se cumplen dos años desde que los Lakers se quedaron huérfanos de uno de los jugadores más legendarios en la historia de la franquicia, Kobe Bryant. La “mamba negra” lleva ya dos temporadas fuera de las canchas de la NBA y, ahora que estamos en época de Playoffs, es imposible no recordar con nostalgia como fue la carrera del mítico escolta purpura y oro.

El arranque de una leyenda

Kobe Bean Bryant era seleccionado en el draft de 1996 por los Charlotte Hornets, que posteriormente lo traspasarían a cambio del pívot Vlade Divac a los Ángeles Lakers. El jugador de Philadelphia llegaba directo desde el instituto con solo 18 años. Durante su primera temporada no disfrutó de muchos minutos y únicamente disputó seis partidos como titular.

Pero pese a esto ya desde sus inicios dejó muestras de su gran potencial lo que le llevo a participar en el All Star de esa misma temporada, donde alcanzaría los 31 puntos en el partido de los novatos, mostrando su facilidad a la hora de anotar. En los playoffs dejaría otros destellos de su nivel anotando 22 puntos frente a los Blazers y 19 a los Utah Jazz en semifinales de conferencia. Ya en su segunda temporada disputaba el partido principal del fin de semana de las estrellas algo que no se había conseguido antes en la NBA. A medida que avanzaban las temporadas “la mamba” se volvía cada vez “más letal” e importante en su equipo formando así una gran dupla junto a Shaquille Oneal,  aunque los Lakers no conseguían llegar a las finales.

Una dupla letal gracias al “señor de los anillos”

Phil, Shaq y Kobe, la etapa más prospera en LA

La llegada de Phil Jackson fue el desencadenante que hizo que el equipo fuera una realidad a la hora de hablar de los aspirantes a conseguir el anillo. El antiguo entrenador de los Bulls de Michael Jordan conseguiría sacar el máximo potencial de Kobe Bryant, convirtiéndolo así en un jugador determinante y clave en el juego para hacer de su equipo uno de los mejores de la liga. La unión entre la mejor versión de la “mamba”, hasta el momento, y del antiguo pívot de los Orlando Magic dio a la franquicia angelina tres anillos consecutivos, siendo un equipo dominador que arrolló en estas finales perdiendo únicamente tres partidos (dos ante los Pacers de Reggie Miller y otro ante los Sixers de Allen Iverson). Parecía que este equipo fundamentado en sus dos grandes estrellas dominaría la liga durante bastante tiempo, pero como se pudo observar no tuvo un buen final.

El fin de un gran dúo y un largo camino de soledad

Al igual que todo en la vida tiene un principio, también posee un final y por desgracia esta gran época del equipo californiano no tuvo el más correcto. En la temporada 2002-2003 los Lakers caían en las semifinales de conferencia ante los San Antonio Spurs por 4 a 2. La reacción ante esta eliminación no fue otra que la de incorporar a dos estrellas veteranas que buscaban conseguir el anillo que Michael Jordan no les permitió lograr, Karl Malone y Gary Payton.

Por lo tanto, el equipo de los Ángeles afrontaba la temporada 2003-2004 con las máximas aspiraciones posibles, ganar el anillo. La franquicia llegaba a las ansiadas finales eliminando por el camino a los San Antonio Spurs, los actuales campeones, pero la imagen mostrada en esas finales no fue precisamente la mejor por parte del equipo del oeste. Los nuevos “Bad Boys” de Detroir barrieron por 4 a 1 al equipo de Kobe Bryant, desembocando esto en la marcha de los dos veteranos que habían llegado ese mismo año, de Phil Jackson y de su compañero Shaquille Oneall. La relación entre el pivot y la “mamba” se fue deteriorando con el paso del tiempo hasta finalmente romperse, lo que provoco que el equipo tuviera que elegir entre ambos, inclinando la balanza hacía el escolta.

Tras esta “fuga” los Ángeles Lakers se encontraron en un camino de sombras, llegando en pocas ocasiones a Playoffs y en las que disputaron la postemporada eran eliminados con gran facilidad. En esos instantes de su carrera, Kobe Bryant tomó las riendas del equipo aumentando sus registros anotadores considerablemente. Fue tal su explosión que el 22 de enero de 2006 hacía historia, anotaba 81 puntos ante los Toronto Raptors dando una exhibición anotadora en el Staples Center. Únicamente Wilt Chamberlain supera (con 100 puntos) esta anotación en un partido de la NBA. Días antes a esta fecha histórica, los Lakers se enfrentaron a los Heat y en los momentos previos al choque se pudo ver a la “mamba” y a su excompañero Shaquille Oneal darse la mano y abrazarse, haciendo pública su reconciliación.

La llegada de ese “hermano” que le hizo campeón

En la temporada 2007-2008 todo cambió. La pieza que produjo este gran cambio en la dinámica de la franquicia fue Pau Gasol, que llegaría a los Lakers vía traspaso. El equipo de Phil Jackson sufrió una modificación mayúscula, el equipo lograba llegar a las finales ante los Celtics, las cuales perderían por 4 a 2. La mejora en el equipo permitió por fin a la “mamba” lograr su primer y único MVP.

Su hermano Pau, vital para ganar dos anillos más. Fuente: Marca

La temporada siguiente los Lakers continuaron con su gran juego llegando de nuevo a las finales, siendo esta vez los Orlando Magic de Dwight Howard sus oponentes. La franquicia del oeste en esta ocasión no permitió que el ansiado anillo se escapara y Kobe Bryant logró así su 4 anillo de la NBA, primero con el número 24.

El equipo conseguía igualar a los Lakers del “three peat” y llegaban a su tercera final consecutiva. En las finales se enfrentaban de nuevo la franquicia con más títulos en la conferencia oeste y su homónimo en la conferencia este, los Boston Celtics. El equipo de Kobe Bryant se veía con la posibilidad de vengarse por la final perdida hacía dos temporadas. En esta ocasión los Lakers se impusieron tras siete duros partidos. El último encuentro se decidió con una gran exhibición de la “mamba”, que anotó 23 puntos y cogió 15 rebotes logrando así su quinto anillo.

Una lesión que acabó con una carrera

En la temporada 2010-2011 Phil Jackson anunciaba su retirada por lo que los Angeles Lakers serían la ultima franquicia que dirigiría, pero desgraciadamente no recibió su mejor despedida. La franquicia del oeste era eliminada en primera ronda por los Dallas Mavericks, que posteriormente serían los campeones esa misma temporada.

La siguiente temporada llegaba al banquillo Mike Brown, quien había dirigido a los Cleveland Cavaliers de Lebron James consiguiendo unos grandes resultados, los cuales no llegaron para el equipo de Los Angeles.

Ante los problemas del equipo para llegar de nuevo a las finales, se optó por una solución rápida y drástica. Se consiguieron las incorporaciones de Steve Nash y Dwight Howard, formando así de nuevo una plantilla ilusionante que en un principio convertía en aspirantes a los angelinos. Pero como sucediera en la temporada 2003-2004, una plantilla de estrellas no conllevó al éxito y es que los Lakers consiguieron clasificarse para la postemporada con grandes dificultades dado el bajo rendimiento de sus dos nuevas estrellas y sus problemas con las lesiones.

Aunque se consiguió el pase a cambio de un gran precio. El jugador bandera del equipo, Kobe Bryant sufría una rotura del tendón de Aquiles frente a los Warriors. Esta lesión cambiaría drásticamente la carrera de la “mamba” y no le permitiría volver a ser el mismo tipo de jugador.

Una despedida a la altura de una leyenda

Tras estar una temporada sin jugar volvía a las canchas, aunque claramente mermado físicamente. Pese a ello el 14 de diciembre volvía a hacer historia, convirtiéndose en el tercer máximo anotador de la historia de la NBA. En la temporada 2015-2016 anunciaba que esta sería la última que disputaría en su carrera. Ante esta noticia comienzan a producirse numerosos homenajes al jugador en cada uno de los pabellones que visita con su equipo, siendo ovacionado incluso en el pabellón de los Boston Celtics, su eterno rival. Aunque sería él mismo quien daría un homenaje a todo el mundo del baloncesto en su ultimo partido.

La fecha, el 13 de abril de 2016, ese día Kobe Bryant disputaba el ultimo partido de su carrera ante los Utah Jazz en un Staple Center engalanado para la ocasión. La “mamba” hacía historia hasta en su ultima “picadura”. Y es que el escolta de los Lakers batía el record de anotación de esa temporada con 60 puntos además de convertirse en el jugador más longevo en anotar esa cantidad de puntos. Una de las posibles causas de esta tremenda exhibición fue la conocida posteriormente, y es que Shaquille Oneal confesaba a los medios que había retado a Kobe Bryant a intentar anotar 50 puntos, reto que superó con creces mostrando de nuevo su gran espíritu competitivo el cual le ha permitido ser uno de los mejores jugadores de la historia. El jugador dio un discurso que finalizaba con una frase para el recuerdo de todos los aficionados de los Lakers: “Mamba out”.

El pasado 18 de diciembre la franquicia en la que jugó toda su carrera decidía retirar los dos números con los que el escolta había defendido la camiseta púrpura y oro. Logrando de nuevo ser historia de la liga, siendo el único que posee este privilegio.

La mamba conseguía así cumplir su sueño de ser una estrella más en el firmamento del Staples Center junto a otras leyendas como Wilt Chamberlain(13), Elgin Baylor (22), Jerry West (44), Gail Goodrich (25), Jamaal Wilkes (52), James Worthy (42), Shaquille Oneall (34), Kareem Abdul- Jabbar (33) y Magic Johnson (32).

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