Nadie iba a decir al comienzo de estos Playoffs que esta sería la final del Oeste, ¿eh? Todos los presagios se han cumplido y, finalmente, podremos gozar de uno de los enfrentamientos más duros que podíamos augurar esta temporada. ¿Estarán los Rockets a la altura o acabarán llevándose el gato al agua los de Golden State?
Golden State, ante su mayor reto en los últimos dos años
No sería justo decir que los últimos dos años de los Golden State Warriors han sido relativamente cómodos, pero tampoco sería justo no decir que desde que Kevin Durant llegó a la bahía, a lo máximo a lo que se han enfrentado hasta ahora ha sido a LeBron James y a un poquito de Kyrie Irving en las Finales del año pasado. Y sería injusto quitarle el mérito a une gerencia que ha logrado aglomerar en un mismo equipo a dos MVP, un DPOY y probablemente a uno de los mejores tiradores de la historia. Pero este año, los Playoffs nos brindan una oportunidad única para ver cómo los Golden State Warriors se las arreglan ante otro equipazo, con todas las letras, algo que no sucede con asiduidad. ¿Cuales son los puntos fuertes de Golden para esta serie?
La defensa del perímetro. Ya sabemos que Stephen Curry nunca ha destacado por su capacidad de defender, por ello, la responsabilidad recae ahora en Klay Thompson y en Andre Iguodala. Su aportación en defensa va a ser clave en la serie. Asumiendo que Klay Thompson defendería a James Harden, las ayudas de Andre Iguodala a Stephen Curry cuando este se enfrente a Chris Paul, ya sea en penetración o cortando las líneas de pase, deberán ser algo obligado para el alero. Draymond Green, pues, tendrá la responsabilidad de salir a puntear junto a Kevin Durant tanto a Trevor Ariza como a PJ Tucker. Será una tarea difícil, pero hemos visto un nivel defensivo en Warriors este año que invita a pensar que esta defensa es posible de ejecutar.
El factor Draymond Green. Ya lo hemos visto en la serie ante los New Orleans Pelicans y lo volveremos a ver sin duda en esta Final de Conferencia. Por sus 13,1 puntos, 11,5 rebotes y 9 asistencias en estos Playoffs y, sobre todo, por su capacidad de descongestionar el juego y colocarse como poste en cualquier centímetro de la cancha, será clave para generar esos desajustes en la defensa de los Houston Rockets, que ya de por sí, destaca por ser una defensa ordenada como pocas. Sobre todo, en esa defensa en las alas, con jugadores como Luc Mbah a Moute, Trevor Ariza o PJ Tucker. La capacidad de Draymond Green para frecuentar según que zonas de la pista en diferentes momentos del partido es una de las bazas más potentes de los de la bahía.
El factor Stephen Curry. Y como no podía ser de otra manera, llegamos al factor que puede decantar la balanza para los Golden State Warriors, el factor más desequilibrante en la NBA de los últimos años; Stephen Curry. En ese aspecto, si que cobra más importancia que Kevin Durant. Todos sabemos la sangría de triples que es capaz de hacer en un visto y no visto, y más sin la restricción de minutos. La eliminatoria se acaba en el momento en el que Curry decide hacer todas esas cosas que hace habitualmente y se cargan los partidos. Y esto es algo que ni los Rockets ni nadie en la NBA es capaz de contener.
Houston Rockets, a demostrar de lo que son capaces
Delante de los Golden State Warriors encontramos a los Houston Rockets, el equipo que llevamos esperando tanto tiempo. El equipo capaz de plantar cara de verdad a los de San Francisco. El equipo que ha demostrado esta temporada tener la capacidad necesaria para colocarse en el mismo eslabón que los actuales campeones de la NBA. Ya sea por recursos o por el nivel mostrado (pues han quedado primeros del Oeste, por delante de GSW), no tienen nada que envidiar. ¿Y saben porqué?
El ritmo anotador. Houston no se acobarda a la hora de igualar el ritmo anotador de Golden State Warriors. El problema que tuvo New Orleans Pelicans, por ejemplo, ha sido que en periodos muy cortos de tiempo los de la bahía han abierto la brecha a los 20 puntos, haciendo a Davis y compañía incapaces de aguantar esos parciales. Precisamente, este es un problema que Houston no tiene o que parece tener menos que los Pelicans al ser un equipo más formado.
El factor Clint Capela. Se nos suele olvidar en muchas ocasiones, ya que los Warriors tienen jugadores capaces de cubrir momentáneamente esa carencia, pero la realidad es que los GSW no tienen pívot, y esto es algo de lo que se va a aprovechar sobradamente el conjunto de Mike D’Antoni. Clint Capela es la llave de esta eliminatoria. No sólo por el peso defensivo que tendrá al tener que actuar de rim protector para que jugadores como Kevin Durant o Stephen Curry no se sientan cómodos al finalizar cerca del aro, sino por que no hay nadie en el sistema de small-ball de Warriors capaz de pararle en el rebote ofensivo (a esperas de que Draymond Green lo limite). Además, es que viene embalado; en estos Playoffs, promedia 14,4 puntos, 12,2 rebotes y 2,8 tapones en 32 minutos. Si quieren cerrar la pintura, los de Steve Kerr deberían jugar muchos minutos con Zaza Pachulia o JaVale McGee, algo que vendría muy bien a los Rockets para igualar esa pelea anotadora anteriormente mencionada. Capela obliga a hacer ajustes, y el ajuste más importante es que Golden State tenga que jugar con un 5 puro y sacrificar así el daño en el contraataque.
Eric Gordon, el pistolero en el banquillo. Al no ser el banquillo de Golden State un banquillo con mucha capacidad de ser determinante, el poder de Eric Gordon crece exponencialmente en esta eliminatoria. Si Eric Gordon está bien, es sin duda el diferencial en los Rockets. Sus Playoffs no son nada del otro mundo y no está excesivamente acertado desde el triple, pero no hay mejor momento que este para resurgir. Y desde luego, los Rockets le necesitan.
Duelo clave: Stephen Curry vs James Harden
Aunque quizás el referente en GSW sea el señor Kevin Durant y este año «chef Curry» esté muy bien acompañado, sería un corte de rollo total si no dijeramos que el duelo total y absoluto de esta serie será el que enfrente a Stephen Curry con James Harden.
El peso histórico de esta rivalidad, que tiene ya muchos capítulos en su haber, recae en una Final de Conferencia una vez más para forjar la siguiente página; son los dos mejores jugadores de cada equipo y dos de los mejores jugadores de la liga (con el permiso de Kevin Durant en las dos afirmaciones, claro). La temporada de James Harden ha sido mejor (pero no sólo que Curry, sino que cualquier jugador en la NBA), pero esto es una Final de Conferencia y puede pasar cualquier cosa. Precisamente por eso puede pasar cualquier cosa, porque es una Final de Conferencia.
Además, la atmósfera es perfecta; James Harden, en el año en el que su equipo está más fuerte de todos, se enfrentará ante Curry, que tras volver de la lesión ante los New Orleans Pelicans y con restricciones, tendrá la difícil tarea de demostrarle al mundo de nuevo tras una temporada con más sombras que luces de lo que es capaz. Y no sólo por estar delante de «la barba», sino por toda aquella gente que le acusa de borrarse de las citas importantes.
¿Pueden realmente los Rockets con los Warriors?
Por precisamente ese juego de desajustes, los Rockets son el equipo que más apuros puede hacer pasar a los Warriors. Porque esta final es algo más que una final, es una oportunidad real de ver a un equipo que realmente puede romper la hegemonía del Oeste. Estos Rockets están mejor que otros años, con piezas nuevas como la de Chris Paul o jugadores que han evolucionado como Clint Capela. Además, el desgaste de los Warriors ha sido mayor que el de Houston. Es la situación perfecta para que los Rockets den un golpe sobre la mesa, pero los Warriors son mucho Warriors. Sin duda, una eliminatoria que es obligada de visionamiento.