LMR: ¿Quién gana más en el traspaso de James Harden?
Debatimos quién es el más beneficiado del cambio
Se acabó el culebrón, y James Harden acabó en los Brooklyn con Durant y con Irving, formando un poderoso big three con cada vez más precedentes. Luego ya, que encaje, es otra historia, pero sobre el papel, este movimiento coloca a los Nets como favoritos para asaltar la corona que en estos momentos, redundantemente, ostentan «The King» y los Ángeles Lakers.
Pero más allá del reto para un novel Steve Nash de repartir los balones entre estos tres estrellones, hay otros tres equipos implicados en toda esta historia. El traspaso ha quedado tal que así:
- Brooklyn Nets recibe: James Harden.
- Houston Rockets recibe: Victor Oladipo, Dante Exum, Rodion Kurucs, tres primeras rondas y cuatro pick swaps (vía Brooklyn) y una primera ronda (vía Milwaukee).
- Indiana Pacers recibe: Caris LeVert y una segunda ronda (vía Houston).
- Cleveland Cavaliers recibe: Taurean Prince y Jarrett Allen.
Echadas las cartas, sólo queda rodar el balón. Y preguntarnos; ¿quién sale más beneficiado del cambio? Bienvenidos a otro capítulo más de La Mesa Redonda.
Efectos colaterales (por Albert Soto)
Este parece ser el típico traspaso en el que las formas del actor principal hacen que su salida parezca una traición en toda regla en vez de un fin de ciclo asumido por ambas partes. James Harden ha sido el principal brazo ejecutor de una filosofía que no admite grises y que puede maravillar o repugnar, pero que funcionaba y que tuvo la oportunidad de llegar a unas Finales de la NBA, cosa bastante inusual en la franquicia texana. Y lo que debería haber sido un agradecimiento por parte de la franquicia y sus seguidores a un jugador que puede tener argumentos para ser Hall of Famer un día, ha acabado por ser un culebrón con noticias que nunca quieres que se relacionen con tu franquicia.
Pero este traspaso ha tenido efectos colaterales, y en mi opinión, el equipo que ha salido más beneficiado se sitúa en el Este, pero más al centro del mapa. Los Pacers han entrado en esta operación para dejar ir a Victor Oladipo y una segunda ronda de 2024 a cambio de Caris LeVert y una segunda de 2023 de los Rockets. Desde su lesión, Victor Oladipo ha ido mejorando progresivamente, es cierto, pero no es en la pista dónde radica su mayor problema. Cuando termine la temporada, Oladipo será libre para firmar con cualquier equipo. Dejando de banda que los Pacers tendrían que haber competido por un jugador que ha generado rumores acerca de su salida, siempre es un conflicto saber el valor real de una estrella que ha tenido una lesión muy seria y que no se sabe si llegará a recuperar su nivel o si recaerá de nuevo. Firmarle un contrato alto y largo, cercano al máximo, es una moneda al aire que un equipo sólido como los Pacers no deberían correr. LeVert también ha sufrido lesiones serias en la universidad, uno de los principales motivos por los que su selección en la noche del draft no fue más baja, y también ha tenido que pasar tiempo fuera de las pistas en los Nets, pero siempre se ha recuperado bien de sus problemas y en pista se le ha visto fresco y listo para llevar una buena parte del peso ofensivo del equipo.
Por lo tanto, los Pacers han vendido una patata caliente de la que ahora Houston se tendrá que hacer cargo, han firmado a un joven ya contrastado en la liga y con contrato duradero y asequible con casi los mismos números que Oladipo y se han quedado con el mismo número de rondas del draft. En mi opinión, los Pacers han sido los vencedores en el traspaso más importante de la NBA de estos meses.
Pescando en río revuelto (por Javier Expósito)
Porque nadie esperaba los esperaba en un posible traspaso por James Harden, por estar ahí e, incluso, sacar casi un mejor pack que los propios Rockets; los Cleveland Cavaliers son los ganadores de este traspaso.
Sin que nadie los llamara, y sin haberse desprendido de nada. En la extrema necesidad de los Cavs por acumular talento joven para el proyecto, la llegada tanto de Jarrett Allen como de Taurean Prince es otra victoria más de la gerencia en los últimos meses, teniendo en cuenta que son piezas con relativo valor que llegan a precio de saldo, sin dar prácticamente nada a cambio (solo Dante Exum), pues en Ohio tampoco van demasiado sobrados de «carne de traspaso».
A Darius Garland y Collin Sexton, que han comenzado este curso 2020-21 de manera superlativa, y a Isaac Okoro, al que todavía le falta un poco de rodaje pero que tiene un potencial tremendo, se une uno de los pívots de media gama más codiciados del mercado, de los que más recorrido pueden tener en los dos lados de la pista, además de otro asset muy interesante al que dar un hueco en el 3-4 los próximos años o incluir en futuros traspasos si llega una buena oferta. Esto, además, abre el marco de posibilidades en Cleveland. Con Allen ya en plantilla, Andre Drummond revalorizándose en su último año de contrato, cualquier contender podría ofrecer alguna pieza joven interesante por el pívot. Su contrato siguen siendo 28M de dólares, pero siendo un expiring quizás pueda tener algo de salida. Al igual puede ocurrir con Kevin Love, aunque todavía está por ver en qué estado regresa de la lesión.
Cleveland sigue dándole forma poco a poco a su futuro. Las piezas y las sinergias empiezan a ser muy interesantes, a falta de un líder de proyecto que convierta a Collin Sexton en una segunda espada de lujo, ya que ese parece ser su potencial. Si consiguen hacerse con ella a lo largo de esta temporada o en la noche del Draft, esta serie de movimientos como el de Okoro o el de Jarrett Allen pueden cobrar mucho más sentido todavía.
Ganar sin hacer ruido (por Adrián Senés)
Por calidad-precio, los grandes ganadores del traspaso de Harden son los Cleveland Cavaliers. Quizás no han conseguido el pack con más techo, ni el más talentoso a largo plazo, pero han hecho el movimiento más inteligente; han conseguido a coste muy barato (una segunda ronda de Milwaukee y Dante Exum) a Jarrett Allen y a Taurean Prince, dos piezas que encajan muy bien en el proyecto de Ohio. A diferencia de los movimientos ejecutados con Kevin Love y Andre Drummond en el pasado, este sí que es un movimiento que tiene sentido para Cleveland, y que eleva mucho su potencial, sobre todo defensivo. Jarrett Allen es uno de los jugadores con más potencial de la liga atrás, y Cleveland puede ser ese equipo que le de la oportunidad de ser un titular consistente para desarrollarse, que es lo que le hace falta en este momento. Con minutos ya sabemos lo que es capaz de hacer, y en un proyecto joven sí puede tener esa importancia.
Por otro lado, evidentemente, los Brooklyn Nets. Los Nets se han hecho finalmente con James Harden, uno de los mejores jugadores de la liga. Si el ya ex-escolta de los Rockets encaja bien con Irving y Durant podemos estar delante de un potencial ofensivo sin precedentes, y en Playoffs, con rotaciones acortadas, pueden ser devastadores. Sin embargo, también conviene no olvidar lo descompensada que queda la plantilla tras el movimiento. DeAndre Jordan está lejos del nivel físico y mental que requiere ser el ancla defensiva de un equipo que aspira a ganar el campeonato, el banquillo ha quedado seriamente devastado, y con la vista puesta en RS, los descansos de las superestrellas harán perder algunos partidos concretos.
Hay que hacer caso también a los Pacers, que se han hecho con una pieza muy aprovechable para lo que quieren hacer. Indiana es un ecosistema que acostumbra estos últimos años a, no sólo explotar todo el potencial de sus jugadores jóvenes, sino a aumentarlo; es decir, a hacer a los jugadores mejor de lo que pueden llegar a ser. Estos son los casos de Malcolm Brogdon o Domantas Sabonis, que en sus anteriores equipos ya vislumbraban poder llegar a ser jugadores sólidos en la liga, pero que nadie esperaba que alcanzaran el nivel que están alcanzando. Con Caris LeVert puede pasar algo parecido, aunque el talento bruto del escolta es mucho mayor que el de Brogdon o Sabonis. En Indiana va a ser importante y va a ayudar a un equipo que ya compite por ganar partidos en su Conferencia, por lo que dicha transición será mucho más liviana todavía.
Por último, Houston Rockets. Siendo sinceros, sacan muy poco por un jugador como James Harden. Habiendo conversaciones por Ben Simmons con Philadelphia, que el precio por un jugador histórico para la franquicia (enfadado, pero histórico) haya sido Víctor Oladipo y un bagaje de rondas bajas de primera ronda deja un análisis no demasiado favorable. Ahora mismo el proyecto de Houston es algo confuso, con contratos muy altos por jugadores que no llegan para competir y muchas rondas que no se sabe si serán bajas o altas. Se les puede considerar como perdedores.
Por tanto, Cleveland gana mucho en cuanto a calidad-precio, Indiana saca una buena tajada y Houston pierde dos all-stars en meses a un precio muy barato. Los únicos que pueden decidir dentro de la cancha si acaban siendo o no los ganadores a largo plazo son Harden y los propios Nets, con los fantasmas de aquel traspaso en el año 2013 empezando a sobrevolar el Barclays Center. Son los que más posibilidades tiene de ganar… pero también son los que más riesgo tienen. Habrá que ver.