Todo comenzó de forma idílica para los Pacers en la temporada 2013-14. Tras rozar el título de conferencia en la temporada 2012-2013, Indiana percibía que su bautismo en el olimpo estaba al caer, que el dios del baloncesto haría caer de su lado esa dosis de suerte pesquisa para besar el campeonato. Pero claudicó el All Star y a su vez la frescura, intensidad y desparpajo de los de Indiana.
Los egos jugaron un papel crucial en la abrumadora decadencia de un equipo aparentemente intratable. La operación que propició la salida de un santo y seña del vestuario, Danny Granger, a cambio del ingreso del escolta Evan Turner, tuvo un efecto disuasorio en las entrañas de los bastidores del Bankers Life Fieldhouse que se extrapoló a la cancha, donde el rendimiento del equipo acusó un bajón más que sustancial, bajando mucho su rendimiento durante los últimos 3 meses de competición, en los que consiguieron un récord de 21-16.
Pese a eso, los de Frank Vogel lograrían clasificarse como primeros de la Conferencia Este, gracias, en gran parte, al titánico inicio de temporada y a la dejadez en ese inicio de temporada de los Miami Heat. Indiana caería en PlayOffs ante los propios Heat en la final de conferencia por 4-2, tras hacer morder el polvo a Atlanta Hawks (4-3) y a Washington Wizards (4-2), no sin pocas dificultades en ambos cruces.
Pero, ¿qué deben hacer los Pacers para ganar?
En primera instancia, deben reestructurarse los dichosos egos, dejar claro y cristalino que la unión hace la fuerza y que tan solo a través de la fiereza colectiva se cosecharán los triunfos.
Es capital recuperar la mejor versión de un center llamado a hacer historia como es Roy Hibbert, cuyas cualidades deben plasmarse como ya lo hicieron ante los Heat en 2013, serie en la que dominó de manera abrumadora la zona. Al jamaicano deben exigírsele guarismos de 20 puntos 10 rebotes por noche. Sabemos de su tremendo potencial.
Otra pieza en el esquema Pacer que debe revalorizarse debe ser la del playmaker, puesto que ocupa un George Hill que a mí particularmente no acaba de convencerme y mengua de carácter y capacidad de dirección para ser el jefe de operaciones en la pista de un equipo con las aspiraciones que se les presupone a Indiana.
Tal vez podría ocupar su puesto un Evan Turner cuyo rol debe ser modificado o su salida será un hecho ya que, como previamente citaba, de él ha confluido toda esta fuente de problemas.
También son preocupables las prestaciones del escolta Lance Stephenson y es que tras experimentar en las primeras fechas de temporada una notable mejora respecto de la anterior, ha acabado cayendo en barrena y nimiedades extra deportivas. El «1» debe gozar de un temple acorde a sus excelsas condiciones para la práctica de este deporte.
Veremos qué cambios acaecen, que decide Larry Bird, como vuelven de las vacaciones estivales los pupilos de Vogel y, en definitiva, si se sacia el hambre de victoria de este prometedor conjunto.