La historia de superación de Carroll

DeMarre Carroll cuenta su historia de sufrimiento

DeMarre Carroll SomosNBA

DeMarre Carroll no debería estar en la NBA, y mucho menos como alero titular en los Atlanta Hawks. Esta no es la historia sobre un jugador sin talento o un jugador con problemas de disciplina; es la historia de una persona que ha sufrido mucho a lo largo de su vida pero que, a pesar de ello, ha logrado convertirse en jugador titular de los Hawks. Los retos personales a los que ha tenido que plantar cara son innumerables, desde la muerte de su hermano a los 9 años hasta que hace unos años le diagnosticaron una grave enfermedad. Pasando por el impacto emocional que le ha supuesto ser cortado por tantos equipos.

Todo esto lo cuenta personalmente DeMarre en una entrevista con Jared Zwerling, periodista de la página Bleacher Report, con quién habla acerca de los obstáculos, de su evolución en la NBA y sobre que le espera el futuro. En primer lugar, repasó a las miradas críticas que le han ido acosando desde el inicio de su carrera NBA, y también al apoyo de sus compañeros en la actualidad, que le han servido como apoyo balsámico esta temporada:

«Todavía escucho a la gente dudar de mí. Ha tenido suerte esta  temporada. Los Hawks van a reforzar su posición. Leo todos esos comentarios, los acepto e intento mejorar día a día. También hay mucha gente que trata de llegar a mí y me dice: Tú cobras tan solo 2,5 millones de dólares, estás infravalorado, posiblemente seas el alero titular que menos cobra en la liga. […] Pero no puedo estar preocupado por llegar a la altura de las expectativas de ciertas personas.Yo sé el porqué estoy aquí, es gracias a mi defensa y a jugar como un Junkyard dog (perro callejero, su apodo), y creo que si me puedo mantenerme en esta línea tendré una gran y larga carrera como jugador de baloncesto.»

«Mis compañeros –Millsap, Teague y Mack– y yo hemos estado recientemente jugando unos 1vs1 entre nosotros en el centro de entrenamiento de los Hawks, y llevo ganando dos semanas seguidas. Ellos siempre me dicen que nunca hubieran pensado que mi juego llegaría a ese nivel y yo siempre les contesto que todavía queda mucho dentro de mí. Es una locura porque hace apenas dos años estaba en Utah sin apenas jugar, tras haber sido cortado por Grizzlies, Nuggets y Rockets, y mientras estaba en el banquillo siempre pensaba que la NBA era demasiado grande para mí. De hecho, si no hubiera vivido lo que he vivido, posiblemente me hubiera dado por vencido y me habría ido a otra liga. Pero no lo hice, me quedé en la NBA y tras mucho esfuerzo aquí estoy.»

Después, hizo un repaso a su infancia y los momentos duros que vivió con la muerte de su hermano mayor:

«Cuando tenía 5 años, mi hermano mayor Delonte falleció a causa de un cáncer cerebral. Él tenía tan solo 9 años. Pensaba en él a todas horas, le hacía muchos dibujos y con ellos decorábamos su tumba. En mi brazo izquierdo tengo tatuadas las palabras «R.I.P. DeLonte» en su honor. Cada vez que entro a pista, cuando me acerco a la mesa de anotación, dibujo un corazón para él y lo beso, después voy a la pista. Él es muy importante en mi vida. […] Al igual que yo, él también jugaba al baloncesto, así que cada partido compito por él. Nunca quiero dejar la pista y pensar en lo que podría haber hecho, de modo que cada vez que salgo a pista, ya sean 3 o 30 minutos, doy el máximo de mí. Es lo que a él le hubiera gustado que hiciera.»

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DeMarre (derecha) y DeAndre (izquierda) perdieron a su hermano DeLonte (centro). cuando tenía 9 años.

Fue disparado mientras intentaba separar a sus compañeros de equipo de una pelea, y a punto estuvo de costarle la carrera deportiva y la vida:

» Otro momento decisivo en mi vida fue cuando recibí un disparo la madrugada del 4 de julio de 2007, mientras estaba en la Universidad.Estaba cenando con mi novia, cuando un compañero del equipo de baloncesto de Missouri me envió un mensaje de texto por el móvil pidiéndome que fuera a recogerles, ya que ellos estaban muy ebrios en el Club Tropicana, en el centro de Columbia. Cuando llegué, sobre la una y media, vi que en el exterior del local habían dos grupos de personas a punto de pelearse. Por una parte estaban mis compañeros de equipo de toda la vida, y por otra estaban otros jugadores que acababan de entrar al equipo. Estos jugadores entraron en 2006 porque mi tío Mike Anderson, Head Coach del equipo, decidió darles una segunda oportunidad. Mi tío siempre me dijo que ayudara a todos mis compañeros porque algunos no siempre eran conscientes del peligro al que se exponían. Un amigo mío, Stefhon Hannah, trató de abalanzarse sobre uno de la otra pandilla, pero lo cogí a tiempo y traté de alejarlo de la pelea. De repente, mientras le empujaba, escuché unos tiros, di un paso y simplemente caí. Miré mi tobillo y me di cuenta de que el disparo estuvo a punto de darme en el tendón de aquiles. Hoy, le digo a los jugadores jóvenes que traten de arreglar las cosas antes de que sucedan. Tú realmente no puedes controlar la vida nocturna de un jóven con mucho dinero, pero si que puedes tratar de rodearte de gente que sabes que siempre va a tomar la decisión correcta. Creo que cuantos más años tienes, mejor lo comprendes; esto es algo que me enseñó Elton Brand, él fue clave para mí el año pasado y por eso me gustaría que permaneciera en el equipo

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Pero no fue el único percance que sufrió DeMarr en su juventud, pues le fue diagnosticada una rara enfermedad que le hizo meditar seriamente su futuro:

» Un año después del disparo, en julio de 2008, empecé a tener unos extraños picores por todas las piernas. Mi novia pensaba que era la alergia porque acabábamos de comprar un perro, pero un mes después me hice unas pruebas de sangre y me detectaron una enfermedad hepática rara. Cuando los doctores me lo dijeron por primera vez, estuve llorando durante dos semanas seguidas porque pensaba que era el fin de mi carrera. Pero recé mucho, como siempre he hecho, y resultó que no era el final de mi carrera. No obstante, es posible que en unos 20-25 años necesite un transplante. Así que ahora mismo trato de mantenerme sano, comer bien y de no preocuparme sobre lo que pasará.

En la entrevista, Carroll repasa también su carrera NBA, y lo mucho que sufrió en el inicio de esta debido a las pocas oportunidades de que disponía:

» Fui drafteado en 2009 por los Memphis Grizzlies, era sustituto de Rudy Gay y Lionel Hollins era nuestro entrenador. Hollins es muy buen entrenador, pero apenas da oportunidades a los novatos, así que durante esos año apenas jugué. Más tarde, en 2011, fui traspasado a los Rockets, pero no me dieron ninguna oportunidad y me cortaron dos meses más tarde. Esto me sirvió de motivación en los partidos que jugué en verano en la 360 Health Club contra grandes jugadores como Pierce, Garnett, Granger o Paul George. Realmente los conseguía anular, y fue en esos momentos cuando KG y Paul Pierce trataron de convencer al presidente de operaciones de los Celtics, Danny Ainge, para que me contratara como recambio de Tony Allen, no obstante, la cosa no funcionó. Actualmente, siempre que Pierce se encuentra con Danny se lo recuerda diciéndole: «Te dije que iba a ser bueno». Mi camino me llevó a Denver, donde fui cortado tras unos meses en el equipo; y entonces apareció el GM de los Jazz y me contrató 4 días después de ser cortado. Sin embargo, en los siguientes 21 partidos apenas estuve 3 minutos en la pista y empecé a pensar que el fin de mi carrera estaba cerca. Mi novia seguía diciéndome que trabajara, que entrenara a tope, que mi oportunidad llegaría, y que tan solo tenía que prepararme para cuando llegara. Según ella todos los hombres tenemos alguna oportunidad pero nunca estamos listos cuando llega. Y entonces llegó el día; estábamos jugando contra SAS y nuestro alero titular, Josh Howard, estaba lesionado para toda la temporada, y en ese encuentro se lesionaron también CJ Miles y Earl Watson. Todavía había un jugador por delante mío, Jamaal Tinsley, pero tuvo problemas con las faltas por lo que Tyrone Corbin, nuestro entrenador, no tuvo más remedio que sacarme a pista. Hice 16 puntos en 18 minutos con 3-4 en tiros de 3. Fue ahí cuando mi carrera dio un giro de 180 grados, porque fue cuando el entonces asistente de los Spurs, Mike Budenholzer, empezó a fijarse en mí como jugador

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Ahora quiere centrarse en el futuro con Atlanta Hawks, quiere seguir trabajando y convertirse en un gran alero también en el apartado ofensivo:

» Entonces, ¿ Cuál es mi próximo objetivo? Quiero convertirme en el Korver afroamericano. Así me llaman mis compañeros de equipo. Siempre hacemos competiciones de tiro y siempre las gano. Teague y el resto me dicen que puede que a ellos les gane, pero que nunca conseguiré ganar a Korver. Realmente nunca he competido contra él, porque cuando lo haces sabes que va a fallar 1 o 2 tiros como mucho. Siento que este va a ser un gran año para mí, me siento como un rookie, y con la ayuda de Mike estoy seguro de que mejoraré mucho más